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El éxodo de los refugiados ucranios hacia Polonia y Rumania

Acnur estima en cuatro millones las personas que podrían escapar de Ucrania por la ofensiva. La ONU eleva a un millón la cifra de los que ya han salido. Los fotógrafos Alex Onciu y Jaime Villanueva retratan el drama en la frontera de Ucrania con Rumania y Polonia

Un voluntario rumano sirve comida caliente a los refugiados que huyen del conflicto de la vecina Ucrania en el paso fronterizo de Siret, en Rumania. Un total de 113.100 ciudadanos ucranios han entrado a Rumania tras huir de la invasión rusa de su país desde que el Kremlin ordenara el pasado jueves una ofensiva militar a gran escala contra la exrepública soviética, según datos publicados por la Policía de Frontera rumana.Alex Onciu
Una mujer y su hijo aguardan en el interior de un tren en la Estación Central de Lviv (Ucrania) para poner rumbo a Polonia. Naciones Unidas ha hecho un llamamiento urgente de ayuda humanitaria a la comunidad internacional por una cuantía de 1.700 millones de dólares (unos 1.530 millones de euros), de los que 550 millones de dólares (495 millones de euros) se destinarían a socorrer (desde un lugar donde dormir hasta ayuda psicológica) a los ucranios ―en su gran mayoría mujeres y niños― que escapan de la guerra.Jaime Villanueva
Mujeres y niñas refugiadas provenientes de Ucrania esperan a poder entrar en Rumania frente a una tienda de campaña en la frontera entre ambos países. Este miércoles, la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, ha estimado en cuatro millones “las personas que podrían escapar de Ucrania en las próximas semanas y meses”. Ya lo ha hecho un millón, según ha anunciado este jueves el máximo responsable de Acnur, Filippo Grandi.Alex Onciu
Una familia de refugiados ucranios cruzan la frontera con Rumania. El negro cariz que toma la crisis de refugiados se aprecia en el paso fronterizo de Siret. En apenas 24 horas se han levantado 16 tiendas de campaña de emergencia a muy pocos metros de la aduana y otra para refugiarse del frío justo a la salida de la aldea homónima. Se ven más puestos con comida, té, botellas de agua y pañales gratis para los recién llegados.Alex Onciu
Decenas de mujeres y niños se agolpan a la entrada de un tren que les llevará de la Estación Central de Lviv, en Ucrania, a la vecina Polonia. Más de la mitad del millón de personas que Naciones Unidas calcula que ya han escapado de las bombas han cruzado a Polonia. Es un país con un idioma parecido y en el que ya residen un millón de ucranios, principalmente migrantes económicos. También allí se dirigieron la mayoría de ucranios en 2014, tras la anexión rusa de Crimea y el inicio de la guerra del Donbás.Jaime Villanueva
Refugiados procedentes de Ucrania caminan hacia los autobuses de los servicios de emergencia en la frontera entre Ucrania y Rumania, en Siret. En el lado ucranio del principal paso fronterizo con la localidad rumana de Siret, la cola de coches se extiende hasta 20 kilómetros, por lo que la travesía desde Kiev, que normalmente duraría ocho horas, puede ser ahora de dos días. Algunos recorren a pie por el arcén los últimos kilómetros, en paralelo al atasco, pese a que nieva y la sensación térmica a mediodía es de seis grados bajo cero.Alex Onciu
Un grupo de refugiados provenientes de Ucrania están esperando tras cruzar la frontera entre Ucrania y Rumania, en Siret. Es la mayor crisis de refugiados en Europa desde las guerras de los Balcanes en los años noventa del pasado siglo y, por su espectacular ritmo de incremento, va camino de ser la más grave desde la Segunda Guerra Mundial. “Estamos ante lo que podría convertirse en la mayor crisis de refugiados de Europa en este siglo”, indicó este martes el máximo responsable de Acnur, Filippo Grandi.Alex Onciu
Grupos de ciudadanos ucranios se concentran en la Estación Central de Lviv, mientras esperan trenes con destino a Polonia. Es el principal destino de los regufiados que han provocado ocho días de intensos combates en toda Ucrania. El resto lo ha hecho, por este orden, a Hungría, Moldavia, Eslovaquia, Rumania y Rusia, principalmente sin más perspectiva que salir de Ucrania y esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.Jaime Villanueva
Un niño procedente de Ucrania espera en el interior de uno de los autobuses de los servicios de emergencia en la frontera entre Ucrania y Rumania. Tras dos días en los que se han podido escuchar los discursos de 117 de sus 193 países miembros, la Asamblea General extraordinaria de la ONU votó este miércoles una resolución de condena de la invasión rusa de Ucrania que insta a Moscú a retirarse inmediatamente y sin condiciones del país vecino.Alex Onciu
Refugiados procedentes de Ucrania esperan en la frontera entre Ucrania y Rumania, en Siret. Desde el inicio de la guerra, han entrado en Rumania unos 105.000 ucranios y salido poco más de 62.000, según datos difundidos a última hora del martes por la policía de fronteras de Rumania. Más de 7.000 accedieron por alguno de los cuatro pasos oficiales que hay en los más de 600 kilómetros de frontera que comparten los dos países. Otros 7.600 entraron a través de la pequeña Moldavia. Casi todos son mujeres y niños, porque los hombres menores de 60 años tienen prohibido salir de Ucrania por la ley marcial decretada por el Gobierno de Volodímir Zelenski en respuesta a la invasión rusa.Alex Onciu
Un empleado rumano de los Servicios de Emergencia cubre con una manta a un niño procedente de Ucrania en la frontera entre ese país y Rumania en Siret. La Comisión Europea ha dado luz verde este miércoles con rapidez a un proyecto para aplicar la protección internacional a todas las personas que lleguen desde Ucrania. Está previsto que el Consejo de Ministros de la UE lo apruebe este jueves. Es un mecanismo establecido en 2001, a raíz de las guerras de los Balcanes, que nunca se ha utilizado. “Desafortunadamente, tenemos que prepararnos para la llegada de millones de personas”, advirtió este martes la comisaria europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson.Alex Onciu
Dos mujeres refugiadas que huyen del conflicto de Ucrania se protegen con mantas de las duras condiciones climáticas en la frontera con Rumania, en el paso de Siret. Las temperaturas en este momento del invierno siguen siendo muy bajas en esta zona de Europa.Alex Onciu
Voluntarios sirven comida caliente a los refugiados que huyen de la guerra en la frontera rumano-ucrania, en Siret. Entre tenderetes de ayuda, mantas tiradas por el suelo y coches aparcados en los arcenes, también forman parte del agitado paisaje de Siret los rumanos que han venido a ayudar.Alex Onciu
Rumania no suele ser un país de destino, sino sobre todo de tránsito. Quienes atraviesan Siret parecen dividirse en tres grupos, a tenor de sus testimonios: los extranjeros evacuados por sus países; los ucranios para los que Moldavia y Rumania eran simplemente la vía más rápida para huir de la guerra, porque residían en el sur del país; y, un fenómeno más reciente, los habitantes de la bombardeada capital de Kiev que buscan un plan B a los atascos interminables en las salidas hacia el oeste.Alex Onciu
Mujeres y niños provenientes de diferentes puntos de Ucrania suben en un tren en la estación de Lviv (Ucrania). Más de 2.000 civiles ucranios han muerto desde el comienzo de la invasión lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero. La madrugada del jueves, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que su país “ha roto los planes del enemigo en una semana” y afirmó que son 9.000 los soldados enemigos muertos, una cifra muy superior a la que reconoció el día anterior Moscú, que dijo que eran 498 bajas y 1.600 heridos.Jaime Villanueva
Una trabajadora de los servicios de emergencia rumanos ayuda a los refugiados ucranios en el cruce fronterizo de Siret. Allí algunas imágenes se repiten cada poco: las madres cargando paquetes de pañales, los niños aferrados a su peluche favorito para la travesía, los coches donde se juntan tres generaciones, las ojeras y miradas perdidas como tratando de asimilar algo que está pasando demasiado rápido. Unos pocos coches de gama media-alta y el elegante atuendo con el que algunas ucranias llegan a Rumania recuerda que la fina línea entre una vida desahogada y convertirse en refugiado en un país desconocido es, a veces, una mera cuestión de días.Alex Onciu
Una niña mira entre los plásticos de una tienda de campaña en Siret. Rumania solo ha vivido una crisis humanitaria similar a la actual: cuando decenas de miles de polacos ―entre ellos miembros del Gobierno― fueron acogidos por las autoridades rumanas justo después de que la URSS invadiera Polonia tras declararse la Segunda Guerra Mundial.Alex Onciu