Cómo convertir los viejos envoltorios de los caramelos en un libro bendecido por los dioses del rock

A diferencia de lo que todos hacemos de niños, cuando John Townsend comía un caramelo guardaba el papel. Este es su legado

Superman, Elvis, los Beatles y hasta ‘El planeta de los simios’. Son algunos de los envoltorios incluidos en el libro 'Wrapper's delight'.

Papeles de chocolatinas, caramelos, chicles, galletas, helados o patatas fritas. Pequeños envoltorios, adhesivos, pegatinas de colores vivos que de normal se arrojan a la basura... a no ser que acaben formando una gran colección.

Esto mismo es lo que hizo un coleccionista de Manchester, John Townsend, durante más de medio siglo, almacenando todo tipo de pequeños papeles de golosinas y otros comestibles. Cuando murió en 2015 su casa era un inmenso archivo con montones de cajas llenas de los más diversos y dulces envolt...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Papeles de chocolatinas, caramelos, chicles, galletas, helados o patatas fritas. Pequeños envoltorios, adhesivos, pegatinas de colores vivos que de normal se arrojan a la basura... a no ser que acaben formando una gran colección.

Un coleccionista de Manchester, John Townsend, almacenó durante más de medio siglo todo tipo de pequeños papeles de golosinas y otros comestibles. Cuando murió en 2015 su casa era un inmenso archivo

Esto mismo es lo que hizo un coleccionista de Manchester, John Townsend, durante más de medio siglo, almacenando todo tipo de pequeños papeles de golosinas y otros comestibles. Cuando murió en 2015 su casa era un inmenso archivo con montones de cajas llenas de los más diversos y dulces envoltorios.

La suerte quiso que el escritor y dj Jonny Trunk, fundador del sello discográfico Trunk Records, conociera el sorprendente legado del señor Townsend y se enamorara de él. El libro Wrappers delight (Fuel Publishing) recoge este gran archivo documental de la nostalgia en el que se funden ídolos pop y superhéroes, futbolistas y platillos volantes, todos ellos aliñados con los sabores más dulces y pegajosos. Y ojo, que el prólogo es de Jarvis Cocker.

 

Archivado En