No, el mejor ‘souvenir’ de París no es una Torre Eiffel en miniatura

El nuevo perfume de Diptyque, Eau Capitale, es el primer homenaje de la casa parisina a su ciudad natal y el mejor modo de viajar a la ciudad del Sena sin coger un avión

Olivier Pescheux ha introducido en Eau Capitale pachulí de Indonesia, bayas rojas, aceite de rosa de Bulgaria y extracto de rosa de Turquía para crear una fragancia ‘unisex’ que es mucho más que un suvenir de la ciudad de las luces.
París -

En casa de herrero, cuchillo de palo. Solo el refranero popular puede explicar el motivo por el que, a lo largo de más de medio siglo de historia, la perfumería Diptyque, emblema cosmopolita de París, nunca había dedicado un perfume a la ciudad del Sena. “Un día me di cuenta de ello, y de que tampoco había entre nuestros perfumes ningún chypre, que es el género olfativo parisino por excelencia”, cuenta Myriam Badault, directora creativa de la casa. Cuando dice chypre se refiere a la familia de perfumes inaugur...

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En casa de herrero, cuchillo de palo. Solo el refranero popular puede explicar el motivo por el que, a lo largo de más de medio siglo de historia, la perfumería Diptyque, emblema cosmopolita de París, nunca había dedicado un perfume a la ciudad del Sena. “Un día me di cuenta de ello, y de que tampoco había entre nuestros perfumes ningún chypre, que es el género olfativo parisino por excelencia”, cuenta Myriam Badault, directora creativa de la casa. Cuando dice chypre se refiere a la familia de perfumes inaugurada por el legendario François Coty en 1917 que ha inspirado desde entonces multitud de fragancias célebres. “Se compone esencialmente de cuatro ingredientes, que son el ládano, el musgo de encina, la bergamota y el pachulí”, explica el perfumista Olivier Pescheux, que ha sido el encargado de crear este nuevo perfume que salda varias deudas pendientes en la historia de Diptyque.

Pierre Marie puede vanagloriarse de haber logrado que el abigarramiento modernista vuelva a ser ‘cool’ en una época dominada por la nostalgia de las vanguardias.

Quizás por ello lo han llamado Eau Capitale. “No queríamos ser obvios”, apunta Badault. Con ella coincide el tercer implicado en la creación, Pierre Marie: ilustrador, decorador y ornamentista, como él mismo se define. Marie colabora con la firma desde hace una década y ha diseñado la imagen de Eau Capitale, que, explica, rinde homenaje a una época crucial. “El primer chypre se creó cuando París vivía el apogeo del modernismo [el movimiento estético lleno de profusa decoración vegetal de principios del siglo XX]”, afirma. “De hecho, en la primera época de Diptyque, en los sesenta y los setenta, hubo un regreso a aquel art nouveau a través de la psicodelia. Solo hay que ver los primeros frascos de la casa. Así que me pareció algo natural unir el chypre, París y el modernismo en un diseño que, sin embargo, no cayera en el cliché turístico. No es que seamos esnobs, pero teníamos que ir más allá de las bocas de metro de Hector Guimard”.

Cuenta Pierre Marie que la iluminación le llegó en el edificio que alberga el Instituto Giacometti, antigua residencia de Paul Follot, el arquitecto art déco, que conserva intactas muchas de sus vidrieras originales. “Allí estaba todo el imaginario de Diptyque, las cornucopias, los pavos reales… y entonces decidí que lo más lógico era hacer una vidriera ad hoc”.

Dicho y hecho, la vidriera de la que habla es una creación artesanal a la que hace referencia la imagen del perfume. Desde los tiempos en que Desmond, Christiane e Yves, tres amigos aficionados al arte y la decoración, abrieron en el Boulevard Saint Germain una tiendecita ecléctica y exquisita con doble escaparate (de ahí el díptico al que alude el nombre de Diptyque), la casa parisina se ha caracterizado por demostrar sobre el papel, y sobre el perfume, que todos los detalles cuentan. Ahora, además, demuestra que ser profeta en tierra propia no es imposible si se espera al momento oportuno.

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