En defensa del ‘boxer’

Es más elegante, menos apretado y más favorecedor que otros modelos. Así que vamos a reivindicar este calzoncillo inmortal

Se abre la puerta y aparece Ryan O'Neal con 30 años vestido solo con un 'boxer'. Y las gafas de pasta, claro. A Barbra Streisand le gustó la imagen, y a todo el mundo. Fue en la película '¿Qué me pasa, doctor', de 1972.

Imagine que llega a su hotel y ha olvidado el pijama, así que tiene que dormir en calzoncillos. Llaman a la puerta cuando se va a meter en la cama. ¿Prefiere abrir con un favorecedor pantaloncito de algodón o con sus partes pudendas bien empaquetadas en unos simpáticos slips?

La respuesta es obvia pero, por alguna razón, últimamente la vida no ha sido generosa con el honesto boxer en blanco, azul claro o de rayas. Amplio, cómodo y más suave cuanto más envejece. En la camiserí...

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Imagine que llega a su hotel y ha olvidado el pijama, así que tiene que dormir en calzoncillos. Llaman a la puerta cuando se va a meter en la cama. ¿Prefiere abrir con un favorecedor pantaloncito de algodón o con sus partes pudendas bien empaquetadas en unos simpáticos slips?

La respuesta es obvia pero, por alguna razón, últimamente la vida no ha sido generosa con el honesto boxer en blanco, azul claro o de rayas. Amplio, cómodo y más suave cuanto más envejece. En la camisería Burgos (Madrid) los hacen con sobrantes de popelín, y Mirto los vende blancos e impolutos en cualquier sucursal de El Corte Inglés. Ya lo advierte el dicho: la ropa interior tiene que ser breve como el ingenio y limpia como la diversión.

Nicolas Cage equilibra la macarrería de su camiseta cortada con un ‘boxer’ de buen chico.
Esta imagen de Bruce Willis, durante del rodaje de ‘La jungla de cristal: La venganza’ (1995), demuestra que en cada época el tamaño del móvil es directamente proporcional al tamaño del calzoncillo.
En esta escena de ‘La gata sobre el tejado de zinc’ (1958), Paul Newman es la mejor prueba: se puede ser muy sexi sin llevar el paquete en suspenso.
Aunque sea una foto de 2003, Ashton Kutcher enseña aquí la versión más contemporánea del ‘boxer’: corto y un poco bajo de cintura.
El Richard Gere de ‘American gigolo’ (1980) era eso, un gigoló, pero nadie lo diría por sus calzoncillos. Ni por su ropa cuando iba vestido: en la película solo llevaba prendas color tierra de Armani.
Sería un psicópata asesino y sádico, pero qué gusto de piso, de trajes y de calzoncillos blancos los de Christian Bale en ‘American psycho’ (2000).
Imagina a Ryan O’Neal en esta foto de ‘¿Qué me pasa, doctor?’ (1972), pero con ‘slips’. No podría ser.

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