La villa turística más exclusiva de Europa es sostenible y está en Ibiza

Sa Ferradura se alquila por 300.000 euros a la semana en temporada alta y cuenta con una plantilla de personal de servicio de 22 empleados

Imagen aérea de la villa y la isla de Sa Ferradura.

Si cuenta usted con un presupuesto diario para sus vacaciones estivales de 49.000 euros y el grupo no sobrepasa las 12 personas, quizás pueda disfrutar de una estancia en la que fue coronada el pasado año como la mejor villa turística privada de Europa y una de las seis más exclusivas del mundo. Sa Ferradura, situada en la isla de Ibiza, fue elegida el pasado mes de noviembre la mejor finca vacacional de Europa y quedó entre las seis mejores del ranking mundial en los premios W...

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Si cuenta usted con un presupuesto diario para sus vacaciones estivales de 49.000 euros y el grupo no sobrepasa las 12 personas, quizás pueda disfrutar de una estancia en la que fue coronada el pasado año como la mejor villa turística privada de Europa y una de las seis más exclusivas del mundo. Sa Ferradura, situada en la isla de Ibiza, fue elegida el pasado mes de noviembre la mejor finca vacacional de Europa y quedó entre las seis mejores del ranking mundial en los premios World’s Best Boutique Hotel 2018, que alzaron a La Villa Resort de Rayong en Tailandia como el complejo privado más destacado del mundo.

Sa Ferradura se encuentra enclavada en una pequeña península de 35.000 metros cuadrados en la bahía de Sant Miquel, a 22 kilómetros de la ciudad de Ibiza. Es propiedad del magnate ruso Mikhail Prokhorov, dueño de un equipo de baloncesto de la NBA, que la adquirió en el año 2013 por un precio desconocido. La casa, que figuró en los listados de mansiones más caras del mundo al alcanzar un precio de venta al público de 33 millones de euros, había pertenecido a otro ciudadano ruso que la compró por 22 millones en 2006 a un empresario textil holandés, que la adquirió en 1994 por 50 millones de las antiguas pesetas.

La mansión y la piscina de Sa Ferradura.

La villa, que se alquila por precios que van desde los 220.000 euros por semana en temporada baja a los 300.000 euros en julio y agosto, se puso en el mapa este último verano con las experiencias gastronómicas con reputados chefs organizadas por la marca de champán Don Perignon, que convirtió el lugar en una especie de restaurante al aire libre durante varios días con un precio de 700 euros por menú. También fue escenario de portadas de revistas con la fiesta postboda organizada para sus amigos por el futbolista Cesc Fábregas semanas después de su enlace en Londres con la modelo libanesa Daniella Seeman.

Vladimir Putin con el magnate Mikhail Prokhorov, en el Kremlin de Moscú en marzo de 2014.ALEXEI NIKOLSKY (AFP/Getty Images)

La finca se construyó originariamente como una casa privada a finales de los años setenta, en una ubicación privilegiada en una pequeña península que, se dice, sirvió como refugio a los piratas en el siglo XVII. La vivienda pudo sortear en aquel entonces la Ley de Costas que años más tarde restringió este tipo de construcciones a 500 metros tierra adentro desde la orilla. Tras la renovación total acometida por el oligarca ruso, la villa cuenta con seis habitaciones con capacidad para 12 personas, varias terrazas y zonas al aire libre, una piscina de 23 metros y otra enclavada en un jardín tropical, así como un gimnasio y una plataforma de mezclas para discjockeys. Además, tiene una plantilla de 22 empleados, desde cocineros a personal de lavandería.

Casa sostenible

Uno de los aspectos más destacados de la vivienda es que está dotada de tecnología de última generación y es totalmente sostenible, lo que le permite reutilizar las aguas residuales para el sistema de riego de los jardines y reducir al máximo los residuos medioambientales. La reforma, que concluyó hace tres años, también se ha centrado en la reducción del impacto lumínico y en la eficiencia energética. La villa fue rehabilitada por el arquitecto Jaime Romano, que completó un proyecto para crear un espacio moderno, de estilo mediterráneo y basado en colores claros. La edificación cuenta además con áreas de comedor al aire libre, baños semiabiertos y una decoración que integra objetos típicos de la cultura pitiusa.

La mansión y la piscina de Sa Ferradura.

Este verano el arquitecto Jaime Romano y el permacultor —especialista en el diseño basado en los principios del ecosistema natural— Marcos Tur presentaron en un evento de puertas abiertas las 35 obras de artistas vinculados a Ibiza que se exponen en la villa. Una colección que, según ellos mismos aseguraron, decora los 975 metros cuadrados de la construcción principal y recorre los “momentos artísticos clave” de los últimos 60 años, desde el estallido de las vanguardias hasta la actualidad.

Tras una criba entre 250 obras de galeristas de arte de Barcelona, Valencia y Londres, se seleccionaron 70 que se trasladaron a la casa y que posteriormente se redujeron a 35 para ser distribuidas por los distintos espacios de la vivienda bajo criterios de “decoración, gamas de color y atmósfera” según explicó Romano. Obras de artistas como Pedro Asensio, Isabel Echarri, Valeria Caia, Rafael Tur Costa y Sara Tur forman parte de esta importante colección de arte contemporáneo, que también fue reconocida por los premios World’s Best Boutique Hotel 2018 y que han llevado a esta villa a erigirse como la mejor de toda Europa para pasar unas muy exclusivas vacaciones.

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