Cartas al director

Exhumación de los restos de Franco

Los últimos meses de la Guerra Civil española marcaron a una población hambrienta que resistía en sus últimas posesiones republicanas. Aquellos tiempos de hambre, un buen aparato de propaganda y una fuerte represión fueron suficientes para influir en un pueblo que apenas tenía relación con el exterior. La figura del dictador fue enaltecida hasta el punto de que algunos llegaron a creer que al acabar la contienda “Franco respetó que saliese libremente de España todo aquel que no estuviese de acuerdo con su régimen”. No fue difícil mantener a raya a un pueblo que en 1960 aún registraba un bajo n...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los últimos meses de la Guerra Civil española marcaron a una población hambrienta que resistía en sus últimas posesiones republicanas. Aquellos tiempos de hambre, un buen aparato de propaganda y una fuerte represión fueron suficientes para influir en un pueblo que apenas tenía relación con el exterior. La figura del dictador fue enaltecida hasta el punto de que algunos llegaron a creer que al acabar la contienda “Franco respetó que saliese libremente de España todo aquel que no estuviese de acuerdo con su régimen”. No fue difícil mantener a raya a un pueblo que en 1960 aún registraba un bajo nivel de vida, más del 40% de la población activa agraria y un 25% de la población rural analfabeta. La sociedad española actual nada tiene que ver con aquella. Tras la muerte del dictador en 1975 y 43 años enterrado en el Valle de los Caídos, ya no estamos influidos por aquella propaganda de posguerra. España es un país democrático e integrado en la UE. Por consiguiente, el nuevo Gobierno del PSOE está legitimado para retirar los restos del dictador Franco del Valle de los Caídos y, así, cerrar una de las páginas menos afortunadas de nuestra reciente historia.— José Solano Martínez. Cartagena (Murcia).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En