Cartas al director

La oportunidad de Pedro Sánchez

Sin prácticamente tiempo para celebrar su llegada a La Moncloa, Pedro Sánchez ya tiene motivos para que le cambie el semblante. Y es que no solo sus socios de moción han vetado los Presupuestos, sino que el propio PP plantea vengarse —al menos económicamente— del PNV en el Senado, mientras que Quim Torra ha transformado el de los independentistas en la necesidad de “asumir riesgos”. La economía, sujeta a presupuestos que no son del agrado de los grupos progresistas, y el órdago secesionista —revitalizado tras la defenestración del Gobierno popular— aconsejan al nuevo presidente cam...

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Sin prácticamente tiempo para celebrar su llegada a La Moncloa, Pedro Sánchez ya tiene motivos para que le cambie el semblante. Y es que no solo sus socios de moción han vetado los Presupuestos, sino que el propio PP plantea vengarse —al menos económicamente— del PNV en el Senado, mientras que Quim Torra ha transformado el de los independentistas en la necesidad de “asumir riesgos”. La economía, sujeta a presupuestos que no son del agrado de los grupos progresistas, y el órdago secesionista —revitalizado tras la defenestración del Gobierno popular— aconsejan al nuevo presidente caminar con pies de plomo haciendo equilibrios sobre el alambre. Pero lo trascendente en nuestro país, hace tiempo que suele tratarse como si no lo fuera. Así hemos sustituido el retrógrado bipartidismo, por una suerte moderna de hacer política más plural (ideológicamente hablando), pero repleta de signos y símbolos que amparan la forma aunque no el fondo. De no distinguir Pedro Sánchez el grano de la paja en sus dos escasos años de mandato, es muy probable que las elecciones de 2020 le dejen donde estaba. Ahora que todo solo depende de él, tendría que aprovechar la oportunidad para asegurar su futuro y el nuestro.— Luis Alberto Rodríguez Arroyo. Santo Tomás de las Ollas (León).

Como votante del PP me ha decepcionado profundamente la poca visión de Mariano Rajoy. Cuando con solo dimitir habría frustrado la investidura de Pedro Sánchez (más prebendas y pensiones vitalicias) y propiciado unas elecciones que ahora a saber cuándo serán, ha preferido pasar a la historia como un presidente que ha sido expulsado en lugar de uno que dimitió. Lamentable.— Alfredo Arribas García. Madrid.

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