Los acuerdos hay que cumplirlos, ministra Montserrat

Las mujeres que sufren violencia machista no pueden estar a merced de la maquinaria ideológica de la derecha ni atender las dudas y vaivenes de una izquierda que solo contribuye a la gesticulación

Manifestación en Madrid por el presupuesto dedicado al pacto de Estado contra la violencia de género.Vídeo: Kiko Huesca (EFE) / ATLAS

El pacto de Estado en materia de Violencia de Género tendrá finalmente la dotación de 200 millones de euros comprometida para este año. Lo ha conseguido la fuerza del movimiento feminista, de todas las mujeres y hombres que salieron a la calle en numerosas ocasiones, pero especialmente el 8 de marzo y el pasado 16 de mayo. Y también, en sede parlamentaria, el tesón del PSOE, que ha obligado al Gobierno del PP a suscribir este necesario acuerdo.

El Partido Popular sólo quiso hacerse una...

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El pacto de Estado en materia de Violencia de Género tendrá finalmente la dotación de 200 millones de euros comprometida para este año. Lo ha conseguido la fuerza del movimiento feminista, de todas las mujeres y hombres que salieron a la calle en numerosas ocasiones, pero especialmente el 8 de marzo y el pasado 16 de mayo. Y también, en sede parlamentaria, el tesón del PSOE, que ha obligado al Gobierno del PP a suscribir este necesario acuerdo.

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El Partido Popular sólo quiso hacerse una fotografía, únicamente se sentó y acordó con el resto de grupos parlamentarios el pacto de Estado porque se vio contra las cuerdas y en minoría. El PSOE urgía a la necesidad de ese acuerdo ya desde 2014, pero no quebró la impasividad del Gobierno hasta que este se vio en minoría.

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Pero, llegado el primer año en que debía reflejarse el acuerdo en los Presupuestos Generales del Estado, la ministra Dolors Montserrat no se mostró dispuesta a cumplir lo que su grupo parlamentario había aprobado en el Congreso de los Diputados. El grupo socialista instó, ya en el mes de enero, a que se diera cumplimiento a ese compromiso y antes de terminar 2017 pedimos al Ejecutivo que dispusiese un crédito extraordinario, en previsión de que los presupuestos se prorrogasen por un tiempo incierto. Pero no lo hizo, no hizo nada.

Las mujeres que sufren violencia machista no pueden esperar, no pueden estar a merced de la pesada y trasnochada maquinaria ideológica de la derecha a la que, no sin mucho esfuerzo, conseguimos arrancar acuerdos para que luego se dedique a atascarlos. Pero tampoco puede atender las dudas y vaivenes de una izquierda que se las da de nueva y más feminista que nadie pero que solo contribuye a la gesticulación, sin ningún tipo de proactividad. La sociedad ya no tiene más paciencia, ni nosotros tampoco.

El compromiso del partido socialista al movimiento feminista se materializó, en cambio, desde el minuto uno, en propuestas e iniciativas, supliendo a un Gobierno que ni quiere ni sabe, ni quiere saber. Presentados los Presupuestos Generales del Estado e iniciada su tramitación en el Congreso, comprobamos que el PP había reducido el compromiso del Pacto de al menos 200 millones de euros para este año a tan solo 80 millones, los correspondientes a las competencias del Gobierno. Ante tamaña burla, presentamos dos enmiendas, una de veinte millones de euros para el desarrollo de los acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género desde la proximidad, esto es, desde los ayuntamientos. Y otra por valor de cien millones para transferencias con destino a las Comunidades Autónomas. Faltaban nada más ni nada menos que 120 millones.

A finales de la semana pasada supimos que el PP había pactado una nueva migaja presupuestaria con los partidos que les prestan apoyo para aprobar las cuentas. Cincuenta millones más, pero continuaban faltando otros setenta. Nuevamente, tratando a las mujeres y abordando un problema de Estado como es la violencia machista como si de una cuestión residual se tratara. Nuevamente incumpliendo lo pactado.

Esta semana, al borde de la aprobación del presupuesto, el PP se ha visto cercado, acorralado por la presión y la negociación del grupo socialista con el resto de grupos del arco parlamentario. Ante la soledad, escoge pacto. Pero sabemos que continúa sin convencerse, sin querer.

A partir de ahora, la lucha continúa. Entre otras cosas, deberemos afrontar de inmediato, tras la aprobación de los presupuestos, las condiciones de las transferencias que desde el Gobierno de Rajoy se harán a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, para que ejecuten la parte del Pacto de Estado que es de su competencia. No vale, como ha ocurrido con otras partidas en ejercicios anteriores, que jueguen con la imposibilidad de su ejecución porque estamos ya a mitad de año. Y resta un paquete de reformas legales muy importante, todas ellas contempladas en el Pacto. Algunas ya las tiene sobre la mesa el Congreso, en forma de Proposiciones de Ley registradas por el partido socialista.

Sabemos que nos queda un largo camino por recorrer. Una senda que será complicada para las mujeres y para la lucha contra el machismo, especialmente contra la violencia machista. Y somos conscientes, debemos serlo todas y todos, de que ese recorrido será mucho más tortuoso mientras al mando esté el PP apoyado en Ciudadanos y otros partidos sin ideario feminista. Aun así, nos tendrá enfrente y vigilantes.

Carmen Rocío Cuello y Lídia Guinart son, respetivamente, portavoz y portavoz adjunta del PSOE en la Comisión de seguimiento del pacto contra la violencia de género.

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