Cartas al director

Cuestión de educación

A la alcaldesa de Barcelona le viene ancha su función. Lo deja claro con su absurdo desplante institucional al Rey con motivo de la inauguración del Mobile World Congress (hoy, más cerca que ayer de no volver más a su ciudad). Y es que, ¿por qué deberían apostar los organizadores por una ciudad, admirable en sí misma, en la que las autoridades autonómicas y locales muestran un nivel tal de despiste institucional y provincianismo de andar por casa? Ada Colau confunde la pleitesía con la falta de educación, y su legítimo republicanismo con el respeto institucional que requiere la persona del jef...

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A la alcaldesa de Barcelona le viene ancha su función. Lo deja claro con su absurdo desplante institucional al Rey con motivo de la inauguración del Mobile World Congress (hoy, más cerca que ayer de no volver más a su ciudad). Y es que, ¿por qué deberían apostar los organizadores por una ciudad, admirable en sí misma, en la que las autoridades autonómicas y locales muestran un nivel tal de despiste institucional y provincianismo de andar por casa? Ada Colau confunde la pleitesía con la falta de educación, y su legítimo republicanismo con el respeto institucional que requiere la persona del jefe del Estado en tanto en cuanto lo sea. Ella y Pablo Iglesias, cada uno en su ámbito, están consiguiendo que de Podemos y otros movimientos afines haya que hablar cada vez más en pasado, como de algo que pudo ser.— Cecilio Madero Villarejo. Bruselas (Bélgica).

Dice Ada Colau que, con su desplante en la inauguración del Mobile World Congress de Barcelona, quería manifestar el descontento de Cataluña con el mensaje que el Rey de España pronunció después del 1-O. Será el descontento de la parte de Cataluña que apoya al independentismo, según los últimos datos posiblemente menos de la mitad de los catalanes. Con ese argumento, la alcaldesa de Barcelona se ha alineado una vez más con los secesionistas y ha dejado de lado al menos a la otra mitad de Cataluña, que no desea la independencia y para la que el mensaje del Rey, como para la gran mayoría de los españoles, fue una clara y obligada defensa de la legalidad y la Constitución vigentes dentro del marco democrático de la España actual.— Carlos Bravo Suárez. Graus (Huesca).

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