Los niños españoles, entre los que reciben una mayor paga. ¿Lo estamos haciendo bien?

El dinero que se le da a los menores puede servir para satisfacer sus caprichos o contribuir a fomentar el autocontrol

Un niño contando dinero.Getty Images

Los padres españoles son de los más generosos con sus hijos. España es el tercer país de Europa que más paga da a los niños de entre cinco y 15 años, con una media de 30 euros al mes, después de Francia e Italia, según la agencia de comunicación y marketing infantil y adolescente The Modern Kids (TMKF). Pero, ¿las madres y los padres españoles les están dando realmente una oportunidad a sus hijos para que aprendan a gestionar su dinero o les están enseñando a malgastarlo? ¿De qué depende que los niños se conviertan en pequeños consumistas o en seres autónomos?

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Los padres españoles son de los más generosos con sus hijos. España es el tercer país de Europa que más paga da a los niños de entre cinco y 15 años, con una media de 30 euros al mes, después de Francia e Italia, según la agencia de comunicación y marketing infantil y adolescente The Modern Kids (TMKF). Pero, ¿las madres y los padres españoles les están dando realmente una oportunidad a sus hijos para que aprendan a gestionar su dinero o les están enseñando a malgastarlo? ¿De qué depende que los niños se conviertan en pequeños consumistas o en seres autónomos?

Con la paga se expresa la forma en que los españoles se relacionan con sus hijos. “Se está utilizando el dinero para cubrir carencias, para suplir el tiempo (que no se pasa con ellos)” advierte la psicóloga clínica Esther Legorgeu Bermejo. La falta de tiempo de los padres hace que muchas veces estos busquen satisfacer de inmediato a sus hijos, afirma Legorgeu. Se recurre a comprar juguetes, a comprar el móvil que todos tienen o a satisfacer cualquier otro tipo de capricho.

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Pero, para Legorgeu, la paga no solo expresa cómo educamos a los niños sino la forma en que operan nuestras sociedades, donde lo que domina es la búsqueda del placer inmediato. Amazon ilustra cómo funciona esta lógica, “con Amazon en una hora tienes lo que quieres”, advierte la psicóloga. El problema es que “le enseñamos a los niños a vivir por encima de nuestras posibilidades”, añade.

Las familias españolas son de las más consumistas de Europa. Mientras que en Navidades gastan en promedio 252 euros, las familias alemanas gastan 241 euros, las belgas 197 y las holandesas 120. En ocio, los españoles suelen gastar 80 euros, las alemanas 48, las belgas 36 y las holandesas 21, de acuerdo con el estudio de TMKF. La edad promedio en que los padres tienen a su primer hijo es cerca de los 32 años, una edad en la que su situación económica suele ser mejor. Y la mayoría tiene un solo hijo. La tasa de natalidad del país es de 1,33 hijos, según datos del INE.

El 75% de los niños y adolescentes recibe la paga de manera dosificada, mediante retribuciones semanales de 7,5 euros, según explica la agencia. Cuanto más pequeños son los niños, menos dinero se les da. Es a partir de los 10 años cuando la cuantía empieza a aumentar. Esta incluye tanto el dinero que reciben cada determinado tiempo, como los caprichos diarios (chucherías, bollería, cromos). Durante la crisis, la paga de los niños se redujo mínimamente, según cuenta Miguel González-Durán, director de TMKF.

A la mayoría de los niños españoles no se les exige nada a cambio de la paga. Pese a que el informe de TMKF no detalla cuántas familias la condicionan, hace unos años, el 65% de los adolescentes recibía dinero de sus padres sin colaborar en casa ni prometer un buen rendimiento escolar, según la plataforma Keepunto. Este estudio revelaba que quienes reciben dinero sin mayor esfuerzo suelen ser también los que menos ahorran.

La paga puede ser un instrumento educativo muy potente con el que pueden aprender a gestionar sus recursos, siempre y cuando esté condicionada. Puede ayudar a educar a los niños en el uso correcto del dinero, según continúa el director de TMKF. Para la psicóloga Esther Legorgeu, la paga puede contribuir a educar en “el autocontrol”, en “la autorregulación de las emociones, en la responsabilidad de no buscar el placer inmediato”. Para ella, esta puede ser perjudicial si es excesiva, si no viene detrás de un esfuerzo y si no se adapta a cada edad. Mediante la paga, se les puede enseñar a los niños que las cosas tienen un valor y que se consiguen con esfuerzo. Los padres son quienes deben elegir y explicar a sus hijos qué es lo que tiene que cubrir –las chucherías del fin de semana o la salida con los amigos–.

A cada etapa de la niñez, corresponde una cantidad de dinero diferente. Para la psicóloga, la edad aconsejable para empezar a dar la paga es entre los seis y siete años, cuando su capacidad cognitiva es mayor y son capaces de contar mejor. Entre los 12 y 13 años es cuando suelen ser más autónomos y se les puede empezar a poner una paga cada 15 días para que aprendan a planificar su dinero. A partir de los 18 años pueden empezar a recibir una paga mensual de forma que sean capaces de organizar sus gastos y ahorros, y desarrollar buenos hábitos financieros.

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