La apertura de las bases

Los científicos han comenzado su trabajo en las dos bases antárticas españolas después de desembarcar las pasadas Navidades del buque 'Hespérides'

Descarga de parte de los materiales destinados a la BAE Juan Carlos I desde el BIO 'Hespérides', el pasado 30 de diciembre de 2017. Armada Española

Uno de los momentos más importantes de las campañas antárticas es la apertura de las bases. En la presenta campaña, tanto la puesta en marcha de la BAE Juan Carlos I, como la de la BAE Gabriel de Castilla, se llevaron a cabo sin incidentes destacados, con las dificultades propias que tiene cualquier operación de este tipo llevada a cabo en la Antártida.

Las condiciones meteorológicas jugaron a favor de los expedicionarios, tanto al atravesar el mar de Hoces (Paso de Drake) como a su llegada a las S...

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Uno de los momentos más importantes de las campañas antárticas es la apertura de las bases. En la presenta campaña, tanto la puesta en marcha de la BAE Juan Carlos I, como la de la BAE Gabriel de Castilla, se llevaron a cabo sin incidentes destacados, con las dificultades propias que tiene cualquier operación de este tipo llevada a cabo en la Antártida.

Las condiciones meteorológicas jugaron a favor de los expedicionarios, tanto al atravesar el mar de Hoces (Paso de Drake) como a su llegada a las Shetland del Sur. Tras partir de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, en Argentina, el pasado 27 de diciembre, el día 29 a primera hora de la mañana el Hespérides cruzó el paralelo 60ºS, momento en que pasó a navegar por aguas antárticas, de acuerdo con la delimitación oficial establecida por el Tratado Antártico.

Traslado de materiales en una zodiac desde el BIO 'Hespérides' hasta la BAE Juan Carlos I al inicio de la XXXI Campaña Antártica Española.Armada Española

El 30 de diciembre, con el Hespérides fondeado en la Bahía Sur de la isla Livingston, frente a la playa donde está la BAE Juan Carlos I, se inició el desembarco del personal y los materiales destinados a esa base durante el inicio de campaña. A diferencia de lo ocurrido otros años, en que la apertura de las bases tuvo lugar casi un mes antes, en esta ocasión no había mucha nieve acumulada en las zonas de las bases, pues en caso contrario hubiera requerido del duro trabajo de palear. A pesar de ello, la apertura de una base antártica no está exenta de dificultades.

Las dos bases que tiene España en la Antártida sólo están ocupadas durante los 3-4 meses que dura la campaña, quedando vacías los ocho meses restantes del año. Los rigores del invierno polar suelen pasar factura a las infraestructuras de las bases, y este año no ha sido una excepción. Los datos meteorológicos que se registran continuamente en la BAE Juan Carlos I han desvelado que el pasado invierno austral se produjo allí un duro temporal, con vientos sostenidos de 100 km/h y rachas de hasta 140 km/h, que llegaron a derribar las puertas de algunos de los antiguos dormitorios de la base, metiéndose la nieve dentro, aparte de tirar al suelo algún módulo antiguo. En la BAE Gabriel de Castilla, en isla Decepción, las inclemencias meteorológicas también causaron daños en los iglús que se emplean como dormitorios, y tiraron una de las antenas, entre otros desperfectos.

Aspecto que presentaban algunos dormitorios de los módulos antiguos de la BAE Juan Carlos I durante la apertura de la base, el 30 de diciembre de 2017. La nieve penetró dentro de ellos a consecuencia de un fuerte temporal invernal.Sergi González

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Tras el traslado del material y personal desde el Hespérides a la BAE Juan Carlos I, el resto de expedicionarios puso rumbo a la BAE Gabriel de Castilla, en isla Decepción, el pasado 31 de diciembre, celebrando el Año Nuevo a bordo. Tuvieron que adelantar unas horas la salida con respecto a lo que estaba previsto, debido a la aproximación de un iceberg al buque.

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Ese segundo contingente estaba formado por los 13 militares del Ejército de Tierra encargados de tener operativa la base –con el comandante jefe de la base, Valentín Benéitez, al frente– y 14 científicos, entre ellos Andrés Barbosa, al que dediqué una entrada en el blog.

Tras comprobar –según el protocolo que hay establecido– que la actividad sísmica en Decepción era baja, se procedió con las operaciones de desembarco de los materiales y el personal, quedando todo el contingente alojado en la base el pasado 3 de enero, ya con los servicios de energía, electricidad, agua y comunicaciones operativos, necesarios para el normal desarrollo de las actividades científicas en Decepción durante la presente campaña.

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