Primeras veces

Ahí va mi regalo de Navidad: hay un truco para que el tiempo vaya más despacio

La sensación de que el tiempo pasa cada vez más rápido es universal.Robert Pirillo/Ovoworks (Getty)

Bueno, pues otra vez Navidad. Y de nuevo preguntándonos cómo es posible que estemos acabando otro año. Que ya haya llegado Ramontxu con las uvas.

Si creen que 2017 ha pasado más rápido que 2016 y, sin duda, que 2007, ahí va mi regalo de Navidad: hay un truco para que el tiempo vaya más despacio. La sensación de que el tiempo se acelera a medida que cumplimos años es universal. Y tiene una explicación: cada vez hacemos menos cosas por primera vez. A partir de cierta edad, tendemos a tener una vida más ordenada —y puede que monótona— con días que se parecen los unos a los otros.

Ha...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Bueno, pues otra vez Navidad. Y de nuevo preguntándonos cómo es posible que estemos acabando otro año. Que ya haya llegado Ramontxu con las uvas.

Si creen que 2017 ha pasado más rápido que 2016 y, sin duda, que 2007, ahí va mi regalo de Navidad: hay un truco para que el tiempo vaya más despacio. La sensación de que el tiempo se acelera a medida que cumplimos años es universal. Y tiene una explicación: cada vez hacemos menos cosas por primera vez. A partir de cierta edad, tendemos a tener una vida más ordenada —y puede que monótona— con días que se parecen los unos a los otros.

Hay momentos memorables que nos han dejado marca. El primer día de colegio, el primer trabajo, el primer amor (y el primer desamor, incluso más todavía), la primera mudanza. Nuestra memoria ha registrado todos esos hitos, a los que volvemos una y otra vez. Luego, como que nos acostumbramos un poco, las experiencias se parecen más entre sí y les damos menos importancia. Menos a lo de las mudanzas, claro.

Estaría genial pensar en 2018 como un año de grandes hitos vitales. Aunque no hace falta mudarse de ciudad o poner patas arriba nuestra vida. Estamos hablando de primeras veces que nos sirvan para crear nuevos recuerdos: prueben a apuntarse a esa clase de zumba, a intentar escribir, a visitar el museo por el que pasan a menudo y nunca entran —Fábrica de Tapices, el año que viene sí que sí— o incluso a enfrentarse a las cenas navideñas sin estar de mal humor previamente.

Nos vemos en 2018. Y ya me cuentan.

Sobre la firma

Archivado En