¿Pedirías un permiso pagado para cuidar de tu perro?
Una bibliotecaria italiana consigue dos días de baja laboral para atender a su mascota por sendas operaciones
Cuando esterilizaron a mi perra, lo que me pedía el cuerpo era sentarme en la sala de espera de la clínica y comerme las uñas. No pude pensar en otra cosa durante las tres horas que pasaron entre que la dejé -la veterinaria abortó mi pretensión de entrar al quirófano, esgrimiendo mi cualidad de médica- y la llamada diciendo que estaba todo bien. En el trabajo no sabía si llorar, fumar o las dos cosas a la vez. Cuando la recogí, aprovechando la hora de comer, se me partió el corazón al oir sus quejidos. Y me tenía que volver a laoficina.
Ahora, una mujer italiana, que vive sola, ha conseguido dos días de permiso laboral pagado para cuidar a su perra enferma. Anna, una bibliotecaria de una universidad de Roma, lo logró con la ayuda de una organización animalista, la Liga Anti Vivisección (LAV). Un juez decidió que el centro universitario de la Sapienza debía otorgar a su empleada, de 53 años, dos jornadas pagadas porque de lo contrario, y según el argumento de los abogados, Anna incurriría en un delito de abandono o grave maltrato, algo que se castiga con una pena de prisión de un año y ...
Ahora, una mujer italiana, que vive sola, ha conseguido dos días de permiso laboral pagado para cuidar a su perra enferma. Anna, una bibliotecaria de una universidad de Roma, lo logró con la ayuda de una organización animalista, la Liga Anti Vivisección (LAV). Un juez decidió que el centro universitario de la Sapienza debía otorgar a su empleada, de 53 años, dos jornadas pagadas porque de lo contrario, y según el argumento de los abogados, Anna incurriría en un delito de abandono o grave maltrato, algo que se castiga con una pena de prisión de un año y una multa de hasta 10.000 euros.
Anna pidió sendos días de permiso retribuidos a su universidad por "motivos familiares" para cuidar de su perra Ciucciola, de 12 años, en dos operaciones, una de un cáncer mamario y otra a causa de una dolencia de faringe. Cuando solicitó el segundo, comprobó que el primer día se le había contabilizado como vacaciones. "Pero la perra es mi familia, estoy sola, no tenía a nadie que la cuidara", declaró a Corriere della Sera, "y tengo otro perro, un beagle de 17 años, Duca"
"Esta sentencia es un paso significativo para el reconocimiento de que los animales no se mantienen como negocio o por su capacidad de trabajar y son realmente miembros de la familia", ha declarado a la agencia France Presse el presidente de LAV Gianluca Felicetti.
En España, se han empezado a dar los primeros pasos para que los animales dejen de ser cosas., Estoy segura de que si preguntáramos a quienes vivimos con ellos si deberíamos tener derecho a un permiso para cuidarles cuando han salido del quirófano y nadie más puede, contestaríamos todos lo mismo.
¿Y tú?