¿Qué hacemos con Cataluña? Pregunta a tus hijos, te sorprenderán

Los niños, con su lógica infantil, son capaces de proponer soluciones con más sentido que muchos políticos

Dos niñas pintan una pancarta en un colegio de Barcelona.Claudio Álvarez

Hace un año y pico, conté el experimento que realicé con mis hijos, a los que pedí soluciones para salir del atolladero tras las elecciones generales de diciembre de 2015, que se tuvieron que repetir ante la falta de acuerdo. Entonces, sus propuestas oscilaron entre las lógicas y las disparatadas, pero fue divertido comprobar cómo razonaban niños pequeños ante problemas de mayores. Así que esta semana he vuelto a preguntarles por la actualidad, en esta ocasión, ...

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Hace un año y pico, conté el experimento que realicé con mis hijos, a los que pedí soluciones para salir del atolladero tras las elecciones generales de diciembre de 2015, que se tuvieron que repetir ante la falta de acuerdo. Entonces, sus propuestas oscilaron entre las lógicas y las disparatadas, pero fue divertido comprobar cómo razonaban niños pequeños ante problemas de mayores. Así que esta semana he vuelto a preguntarles por la actualidad, en esta ocasión, sobre Cataluña.

Todo empezó el lunes, cuando llevando al dentista al mayor, de casi 10 años, escuchamos un informativo en la radio. Me preguntó qué pasaba. Le hice un resumen de la situación, con palabras adaptadas a su edad. Su respuesta me dejó sorprendida: "¿Y por qué no hablan y se ponen de acuerdo para poder votar bien?". Es decir, que la Generalitat y el Gobierno central pacten la convocatoria de un referéndum legal.

La verdad es que no pregunté a las pequeñas, porque me parecía un tema complejo de entender para ellas. Pero hace un par de noches, mientras charlábamos toda la familia en su cuarto antes de dormir, acabamos por sacar el tema. Les dijimos que parte de los catalanes querían separarse de España. La mediana, de 8 años, propuso la tercera vía: "¿Y por qué no les dejan que hagan más cosas ellos solos, pero que no se separen?".

Mis hijos, como sus padres, no tienen mucha afinidad por patrias ni naciones. Se definen como "medio chinos, medio sevillanos", aunque el mayor, quizás por llevar la contraria a toda su clase, que se reparte entre el Madrid y el Atleti, es del Barça, y las hermanas, un poco, por solidaridad con él. De Cataluña conocen los pueblos del Pirineo de Lleida que visitamos este verano. Pero no parece que necesiten nada más que la lógica infantil para proponer soluciones con algo más de sentido que muchos políticos, para evitar el atolladero actual. Situación que define a la perfección la pequeña, la de 6: "No entiendo nada".

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