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Cosas que no sabíamos sobre nosotros (y nos dejan con la boca abierta)

La digitalización ha hecho explotar la visualización de datos. Desde lo más curioso a lo más alarmante, un paseo por la excelencia de una disciplina que se acerca al arte

Probablemente ya intuyas que las canciones pop son cada vez más repetitivas. Posiblemente no sepas qué verbos son los que utilizan con más frecuencia los guionistas para describir las acciones de los personajes femeninos de las películas. Te sorprenderá observar los efectos que tiene el cambio climático. O qué profesiones son las que más se divorcian. Y seguro que sientes curiosidad por ver en qué momento vital estaban Miguel Ángel o Edison a tu edad. A ver todo esto nos ayudan los datos, y el arte de representarlos gráficamente. La visualización permite entender información que no podría explicarse igual con un texto. Porque es verdad que una imagen vale más que mil palabras.Information is beautiful
La representación de información vive un momento de expansión global gracias al auge tecnológico, no solo porque ahora los datos son más accesibles (y manejables al estar en formato digital) y cada vez hay más transparencia. "En los últimos cuatro o cinco años ha tenido un gran desarrollo. Ahora existen herramientas para conseguir más y mejor información, casi de cualquier cosa, y podemos analizar y sacar conclusiones de grandes volúmenes de datos", asegura Sandra Becker, profesora de visualización de datos en la Universidad Europea. "La visualización como tal se ha beneficiado de los programas de código abierto. Además, al manejar grandes volúmenes de datos, muchas veces permanentemente actualizados, las representaciones nos ayudan a analizar esta información. Antes análizábamos y después visualizábamos, ahora se hace a la vez".Periscopic

La historia del cine y su relación con la cultura y la sociedad también se puede observar desde el punto de vista del argumento. The Pudding creó etiquetas en función de la sinopsis y los temas tratados en las 200 películas y 50 series más exitosas de cada año desde 1966 hasta 2016. Gracias a su visualización podemos comprobar hasta qué punto fue el SIDA un tema tabú: pasaron seis años desde que se conoció el primer caso de VIH hasta que una película que trataba el asunto entró entre las 200 más taquilleras, y más de una década hasta que Filadelfia logró un éxito real en salas (77 millones de dólares) y en las conciencias de una sociedad que para entonces ya había vivido cómo uno de sus mayores mitos deportivos, Magic Johnson, reconocía públicamente que era portador del virus. El estudio también demuestra el impacto del 11-S en la presencia del islam en el cine, o la constante importancia de las armas a pesar del declive del western.

Las diferencias de género en el cine no se ciñen a la brecha salarial existente y constatada entre actrices y actores. Los guiones de Hollywood dejan claro que el papel de los personajes masculinos y femeninos es muy distinto en la mayoría de las películas. The Pudding analiza los textos de 2.000 títulos estrenados entre 1929 y 2015 (la mayoría a partir de 1990) en dos visualizaciones distintas. En una escruta las acciones que los guionistas atribuyen a cada personaje. Las mujeres se acurrucan, sollozan o sonríen mientras que los hombres amarran cuerdas o correas, galopan, matan o disparan. Ellas son más dadas a dudar mientras que ellos tienden más a suponer. En la otra se estudia qué porcentaje del diálogo se asigna a cada género. Entre las 2.000 cintas analizadas, 9 presentan más del 90% de conversación de personajes mujeres, mientras que más de 300 otorgan esta misma cantidad a hombres.

El turismo ha sido un tema candente en la política local española en los últimos meses, principalmente por el impacto de las webs de alquiler de pisos en sus precios para los habitantes de ciudades como Madrid o Barcelona. El investigador vasco Beñat Arregi ha elaborado mapas de 28 urbes indicando la valoración de cada usuario de AirBnb en cada localidad, ubicándola en el punto en el que se alojaron. Así se observa qué barrios están más poblados de viviendas de alquiler, y por tanto corren más peligro de encarecerse y gentrificarse, y en qué zonas la sensación de los turistas es más o menos agradable. En Madrid, por ejemplo, vemos muchas y muy buenas valoraciones en Chueca o Malasaña. En la zona de Salamanca-Retiro hay muchas menos, y en Lavapiés las calificaciones son más bajas, aunque existe una amplia oferta.

Muchas visualizaciones se centran en representar el impacto del cambio climático. El New York Times demuestra de manera sencilla el aumento de las temperaturas veraniegas década a década o el impacto que tendrá la desaparición del hielo del Ártico en las rutas marítimas que cruzan el Polo Norte. Xocas hizo que se pudiera ver con claridad lo grande que era el iceberg desprendido de la Antártida el pasado julio, uno de los mayores de la historia. Pero probablemente el trabajo visual más revelador es el de National Geographic, que en siete gráficos constata el calentamiento, nuestra responsabilidad en él, sus efectos (derretimiento, desastres naturales, pérdida de biodiversidad) y las posibles soluciones. En la imagen queda representado el aumento de tormentas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales entre 1980 y 2016. Los casos son más del triple.

La fuerza del huracán Irma ha provocado que se compare su impacto con el que tuvieron otros desastres naturales de la misma naturaleza. El New York Times mide su intensidad con la de todos los huracanes atlánticos de categoría 3 o superior de los últimos 50 años (en la imagen): es el único que ha mantenido la categoría 5 durante tres días seguidos. El mismo medio analiza su repercusión económica, que podría ser cercana a la de Sandy de 2012, pero todavía está lejos de llegar al nivel de pérdidas del Katrina (2005). Axios elabora una comparativa de 30 años de historia de tormentas atlánticas: solo Wilma (2005) y Gilbert (1988) han tenido vientos igual de veloces que los de Irma: 296 kilómetros por hora.

Te guste o no, lo intuyeses o no, la música pop es cada vez más repetitiva. Y el ejemplo perfecto es Rihanna. Es la gran estrella de la última década, con más números uno de Billboard que nadie (nueve) y más semanas en lo más alto de la clasificación desde 2010. Y, como demuestra el trabajo de Collin Morris, que gracias a un algoritmo analiza y representa gráficamente las letras de más de 15.000 canciones desde 1958 hasta hoy, es la artista que más reiteraciones hace en sus canciones en 60 años de historia del pop, un 65% de sus letras son repeticiones (“Work, work, work, work, work, work…”). Morris visualiza el crecimiento de las redundancias en las composiciones del Top 100 de Billboard y concluye también que los títulos que han figurado año tras año entre las 10 canciones más exitosas son todavía más repetitivos de media. En su visualización, publicada en The Pudding, podemos buscar además entre más de 100 artistas para comprobar qué temas son más o menos variados en sus letras. Michael Jackson, por ejemplo, tiene a Beat It entre las más repetitivas y a Thriller entre las menos.

Para muchos de los nacidos entre 1985 y 1990 Blink-182 fue el primer contacto con el punk. Salvo por el hecho de que buena parte de los fans de este género consideran una blasfemia identificar a los autores de All the small things con este estilo musical. The Pudding realiza un estudio detallado de lo que se considera punk, analizando y visualizando 3.320 listas de reproducción de Spotify y Youtube que contienen la palabra “punk” en su título. Los puristas pierden: Blink aparece en el 45% de las listas, es la banda que más veces está presente en ellas. Los clásicos del género no salen bien parados: Ramones solo se puede escuchar en el 22% de los inventarios, Sex Pistols en un 16%. El trabajo de Matt Daniels también permite buscar con qué subgénero se identifica cada grupo. Joy Division, que aparece en un 3% de las listas identificadas como “punk”, lidera sin embargo la presencia en catálogos de “post-punk” con un 34% de presencia. Los vallekanos Ska-P están en tercera posición en el “ska-punk”, solo por detrás de Rancid y Reel Big Fish.

La igualdad de género también está aún por llegar al mundo del cómic. Amanda Shendruk examina el tratamiento que se da a los personajes femeninos de más de 30.000 tebeos de superhéroes de Marvel y DC. Empieza por comparar los superpoderes: mientras los hombres tienen fuerza sobrenatural, invulnerabilidad o un liderazgo superdesarrollado, las mujeres son más agraciadas con poderes de control mental, agilidad, la capacidad de volar o un intelecto fuera de lo común. Los resultados más preocupantes vienen después: como se ve en la imagen, solo un 8% de todos los equipos de superhéroes (Los Vengadores, Watchmen, Los Cuatro Fantásticos) tienen más mujeres que hombres. Y también queda demostrado que las superheroínas reciben nombres diminutivos o infantiles: hay más supergirls que superwomen.

Menos de un año de presidencia de Donald Trump ha dado para mucho. Periscopic dibuja una especie de pluma con las emociones faciales expresadas durante los discursos inaugurales de cada mandato presidencial estadounidense desde 1981. El del magnate neoyorquino es el menos optimista, de hecho el único cuya carga global es más negativa (tristeza, enfado, miedo) que positiva (sorpresa, felicidad, tranquilidad). FiveThirtyEight analiza la evolución de su popularidad según las encuestas (en la imagen). Ningún presidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha sido tan reprobado por su pueblo a estas alturas de su administración. El Washington Post elaboró en marzo un diagrama con las conexiones rusas de Trump y de su equipo. El New York Times puso en un calendario todos los días que el líder republicano había mentido de enero a julio: solo dejó de mentir tres semanas de 27.

Estados Unidos sufre 10,6 muertes por arma de fuego por cada 100.000 habitantes, un ratio que solo superan 10 países en todo el mundo. FiveThirtyEight, un portal especializado en análisis de encuestas, publicó un interactivo en el que podían analizarse las causas y las más de 33.000 víctimas anuales por disparos (cada punto de la foto equivale a una muerte). Lo que seguramente sorprende más es que casi dos terceras partes de esas muertes son suicidios. De los más de 11.000 homicidios anuales, más de la mitad (6.500) corresponden a personas negras. Las mujeres asesinadas son, como ocurre en la mayoría de países, víctimas de violencia de género. Periscopic elaboró un gráfico con los años de vida que se llevó cada uno de los 11.419 homicidios por arma de fuego de 2013, cotejando la edad de los fallecidos con sus probables causas de muerte natural. Las balas se llevaron más de 500.000 potenciales años de vida.

Trump ha prometido una política férrea contra la inmigración y alcanzó la Casa Blanca con el famoso compromiso de construir un muro entre Estados Unidos y México que pagasen los mexicanos. El Washington Post aprovechó la coyuntura para elaborar un reportaje visual en el que constataban el aumento de muros en las fronteras desde el 11S y situaban todas las barreras existentes (incluidas las de España con Marruecos o la ya existente en buena parte de la frontera entre México y Estados Unidos) en un sencillo gráfico de cuadrados (en la imagen). El Post también expuso los efectos de los muros levantados con la crisis de los refugiados en Europa: cuando Hungría levantó una valla los migrantes comenzaron a entrar por Eslovenia. Aunque probablemente Trump no quiera escuchar esto, ProPublica demostró el pasado julio que la inmigración conlleva un incremento del PIB nacional: aumentar la fuerza de trabajo un 1% supone el mismo ascenso para la economía.

¿Qué profesiones se divorcian con mayor frecuencia? ¿Con qué profesional se suele casar un médico? ¿Y un escritor? Flowing Data ha recurrido a los datos para responder a estas preguntas. A partir de información del censo estadounidense Nathan Yau elabora gráficos interactivos que permiten comprobar, por ejemplo, que los camareros o los trabajadores de casinos tienen tasas de divorcio muy superiores a la media. Los actuarios, peritos de seguros, están a la cola de esta lista. Yau demuestra que existe una relación entre el nivel de ingresos de una persona y las posibilidades de que su matrimonio fracase: a mayor poder económico, menos divorcios. El mismo autor establece en otra representación que por lo general solemos casarnos con profesionales de nuestro mismo entorno laboral.

La crisis ha hecho que una generación entera tenga la percepción de que vive peor que sus padres. Un trabajo de The Guardian permite comparar la evolución de los ingresos medios de cada franja de edad en distintos países. En el caso de España, se ve cómo han perdido poder adquisitivo los jóvenes o en menor medida los más mayores en favor de las franjas entre los 50 y los 60 años. Este otro trabajo, de Human Progress, nos ayuda a ver cómo ha cambiado cada país, más allá de sus ingresos medios: esperanza de vida, mortalidad infantil, escolarización, niveles de democracia… Cambios positivos en casi todos los casos. Si con eso no salimos del pesimismo Information is beautiful permite comparar nuestro momento vital con el de genios, actores o grandes empresarios, como vemos en la foto. Al fin y al cabo, Tolkien no publicó El Señor de los Anillos hasta los 62.