Seis bañadores para este verano que son un acierto seguro

“Lo que quiero es desconectar”. Este probablemente sea uno de los whatsapps más enviados cada verano. Para aquellos que lo intentan apuntándose a clases de surf (largo), para los que presumen de que por la arena de la playa se corre muy bien cuando baja la marea (muy corto) o para quienes no pierden la elegancia ni en el chiringuito (a media pierna), hemos seleccionado estos bañadores. Elija y, ahora sí, ya puede desconectar.

Ni muy largo ni muy corto, de un solo color y poco llamativ...

“Lo que quiero es desconectar”. Este probablemente sea uno de los whatsapps más enviados cada verano. Para aquellos que lo intentan apuntándose a clases de surf (largo), para los que presumen de que por la arena de la playa se corre muy bien cuando baja la marea (muy corto) o para quienes no pierden la elegancia ni en el chiringuito (a media pierna), hemos seleccionado estos bañadores. Elija y, ahora sí, ya puede desconectar.

1. La no intención intencionada

Ni muy largo ni muy corto, de un solo color y poco llamativo; con cordones lisos, un bolsillo a cada lado y otro detrás con dos agujeros para que no se almacene el agua; con elástico en la cintura y sin logo. Este básico de Mango es una opción si no quiere complicarse la vida o si busca, intencionadamente, diferenciarse de los demás con un bañador neutro.

2. Del tartán a la piscina

Es un swhort, un acrónimo de swim y short, bañador y pantalón corto a la vez. Como un buque anfibio, que no necesita muelle para desembarcar a la tropa, Mundaka ha diseñado esta prenda de poliamida para tan pronto dar unas brazadas como echarse unas carreras en la playa. Su diseño, más corto por los lados, recuerda a los pantalones de atletismo. No tiene braga, aunque la venden por separado. Otra elección, como la de correr o nadar.

3. A prueba de mantel blanco

Más cerca del pantalón corto que del bañador, el modelo Jack de Orlebar Brown tiene cremallera, un automático para abrochárselo y hebillas en los costados que ajustan la prenda como un cinturón. El corte, recto y más bien largo, hace que si no encuentra sitio en la terraza pueda tomarse la paella en el salón del restaurante sin ningún problema. Y no solo eso, este swim short está fabricado con un nailon muy ligero y con la dosis justa de elástico que le permitirá jugar a las palas con la misma elegancia que Roger Federer.

4. Deportista y caballero

Fred Prysquel, periodista del motor, fundó Vilebrequin (cigüeñal, en francés) en Saint Tropez en 1971. Se inspiró en los bañadores de los surferos y, medio siglo después, mantiene la cintura lisa, aunque la pernera es más corta y ajustada: en esta ciudad del sur de Francia ya hay más barcos que tablas.

5. El nuevo viejo traje de baño

Fabricado en poliamida y de tacto sedoso, este atemporal bañador con estampado de flores de la firma madrileña The Brubaker tiene un corte clásico, es amplio y cómodo. Se seca rápido y está reforzado en la cintura y en la braga para que dure tanto como las ganas de llevarlo cada verano.

6. Atlético nostálgico

Este boxer de Adidas no hace falta tenderlo en la barandilla de la terraza. Al ser resistente al cloro, tampoco necesita aclararse después del uso. El dibujo del costado recuerda a las camisetas del mundial de EE UU 94. Algunos lo recuerdan por la nariz rota de Luis Enrique; otros, por la de Maradona.