El último mohicano se retira

La noticia de que Daniel Day Lewis lo deja correr pone punto final a la noble tribu

Un fotograma de 'El último mohicano'

Para mí, Daniel Day Lewis es y será siempre el protagonista de El último mohicano, el filme de Michael Mann sobre la gran novela de Fenimore Cooper. Es verdad que al personaje de Cooper el cineasta se lo pasó por el taparrabos (como en realidad toda la novela), convirtiendo a Natty Bumppo, alias Hawkeye (Ojo de Halcón) y Larga Carabina, en el carácter central e inventándole un romance con Cora Munro (cosa lógica porque ella era Madeline Stowe at her best).

La noticia de que Lewis, que es del mismo año que yo, 1957, esa gran cosecha, abandona ...

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Para mí, Daniel Day Lewis es y será siempre el protagonista de El último mohicano, el filme de Michael Mann sobre la gran novela de Fenimore Cooper. Es verdad que al personaje de Cooper el cineasta se lo pasó por el taparrabos (como en realidad toda la novela), convirtiendo a Natty Bumppo, alias Hawkeye (Ojo de Halcón) y Larga Carabina, en el carácter central e inventándole un romance con Cora Munro (cosa lógica porque ella era Madeline Stowe at her best).

La noticia de que Lewis, que es del mismo año que yo, 1957, esa gran cosecha, abandona su carrera (!), me ha llenado de la natural desazón. No sabía que los mohicanos pudieran retirarse. Uncas lo dejó, es cierto, pero fue por causa mayor (el cuchillo de Magua). Hijo adoptivo de Chingachgook (que aunque suene a insulto significa en la lengua de los delaware “Gran Serpiente”), Hawkeye/ Daniel era en el filme el verdadero El último mohicano, de manera que, ahora sí, se extingue tantos años después la noble tribu. Amén, ¡how!

Yo a Daniel Day Lewis, la verdad, le sigo viendo en forma, sobre todo comparado con cómo están los demás del reparto 25 años justos después del estreno de aquella inmensa película que, por cierto, contó como asesor militar con el célebre capitán Dale Dye (Platoon, Band of Brothers...), lo que explica lo realista que resultan la toma de Fort William Henry y la masacre subsiguiente. Es sabido que Lewis se metió tanto en su papel que iba corriendo, o remando, a todas partes y no dejaba nunca el rifle, siendo un auténtico peligro encontrártelo en el set de rodaje con el tomahawk en la mano.

Dicen —aunque él lo ha matizado años después— que Lewis se retiró del teatro la noche en que haciendo de Hamlet vio en el escenario a su propio padre muerto en vez de al del príncipe. Quién sabe qué habrá visto ahora.

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