Impresiones de un viaje a Bruselas
Los European Development Days son un escaparate del compromiso europeo con el desarrollo
- Los saraos de ONG y organismos internacionales de desarrollo pueden convertirse con facilidad en un intercambio de autocomplacencias con escaso valor práctico. Sin embargo, en esta edición de los European Development Days (EDD, Bruselas, 7-8 de junio) mi sensación fue muy diferente. Viniendo de las estupideces de Trump, la mediocridad miope del Brexit y la corrupción rampante de nuestro país, la oportunidad de pasar unas horas rodeado de gente empeñada en resolver las cosas, en vez de complicarlas aún más, me pareció realmente refrescante. La realidad también es esto.
- Los EDD se celebran anualmente desde 2006 y han conseguido establecerse como un referente del compromiso de los países europeos y sus instituciones comunes con la cooperación y el desarrollo global. El de este año cubría 16 temas diferentes con decenas de oradores y cerca de 5.000 participantes de 140 países. En dos días se presentan cientos de ideas que mejoran cualquier aspecto de nuestras sociedades, desde la aplicación de la nanotecnología para la producción de alimentos a la gobernabilidad fiscal global. Las sesiones de debate mezclan a responsables políticos y funcionarios con responsables de ONG, expertos, empresarios y activistas. Y en ocasiones la discusión es firme, como tuve oportunidad de atestiguar la noche del miércoles en un interesante cruce entre organizaciones humanitarias y la Comisión a costa de la crisis de refugiados. El argumento de esta última acerca de que "los refugiados prefieren quedarse en Turquía y Libia para estar cerca de casa cuando las cosas se arreglen" fue mi momento preferido del día. No hay progreso sin humor.
- La actividad que realizó ISGlobal junto con Oxfam, Emergency, Acción por la Solidaridad, Save the Children y UNICEF fue un buen ejemplo de este espíritu. Durante una hora larga charlamos entre nosotros y con el público sobre los retos de la salud para las poblaciones migrantes, realizando un diagnóstico crítico del actual sistema de movilidad pero también ofreciendo alternativas factibles. Desde los programas de investigación de ISglobal con enfermos inmigrantes de Chagas hasta la estrategia múltiple de Save the Children con menores en África Occidental o la visión a pie de barco de Emergency en Italia, el panel puso de manifiesto un problema que no era evidente hace unos años: cómo garantizar el derecho a la salud de poblaciones que se mueven y cuya condición de ciudadanos se ve diluida por el pasaporte que poseen. Al menos ahora hablamos de ello.
- Me pregunto qué será del sistema europeo de cooperación y desarrollo cuando los británicos se hayan ido. Nadie les iguala en la finura y la habilidad con la que abordan estos asuntos. Sin duda ellos perderán mucha de su influencia global al no contar con el altavoz político de las instituciones y organizaciones europeas, pero el resto vamos a sentir también el golpe. Y de qué manera. Pero aquí seguiremos. Y los EDD son un buen recordatorio de todo lo que Europa puede ofrecer a un planeta tomado por los bárbaros y que necesita la cooperación y el desarrollo sostenible más que nunca. Ojalá seamos capaces de ofrecer ese contrapeso.