Cartas al director

La evaluación de los alumnos de primaria

En Cataluña, en primaria, van a suprimir las calificaciones numéricas. A partir de ahora, un cero y un suspenso serán un “no logrado”, que pasará a formar parte de ese acervo mágico formado por nuevos vocablos, rabiosamente “pedagógicos”, tales como “aprender a aprender” o “gestión de las emociones”. ¡Puro humo, a la hora de la verdad! Como profesor, lo que más me desagrada es la doble filosofía que subyace bajo esa nueva forma de evaluar: primero, dar continuidad a esa educación tan superprotectora que llega, incluso, a considerar que un cero o un simple suspenso puede traumatizar a un niño; ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En Cataluña, en primaria, van a suprimir las calificaciones numéricas. A partir de ahora, un cero y un suspenso serán un “no logrado”, que pasará a formar parte de ese acervo mágico formado por nuevos vocablos, rabiosamente “pedagógicos”, tales como “aprender a aprender” o “gestión de las emociones”. ¡Puro humo, a la hora de la verdad! Como profesor, lo que más me desagrada es la doble filosofía que subyace bajo esa nueva forma de evaluar: primero, dar continuidad a esa educación tan superprotectora que llega, incluso, a considerar que un cero o un simple suspenso puede traumatizar a un niño; segundo, creer que lo único realmente importante es la adquisición de competencias, pasando por encima del imprescindible aprendizaje de los conocimientos. Por ejemplo, un niño aprenderá a buscar información sobre los países de Europa, o bien a confeccionar un mapa del continente con diferentes colores para cada país, pero después, será incapaz de situar la mayoría de dichos países o de saber cuáles son sus capitales porque no los habrá estudiado, o sea, memorizado —¡qué mal suena esa palabra!— al estilo “tradicional”. Y una duda: ¿continuarán existiendo los “pérfidos” exámenes?— Josep Vilà Batlle. Olesa de Montserrat (Barcelona).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En