Las hijas de Ryan Reynolds dejan de ser seres imaginarios

Después de dos años manteniéndolas fuera de actos públicos, el actor y su pareja, la actriz Blake Lively, muestran a sus dos hijas

Ryan Reynolds inauguró ayer su estrella en el Paseo de la Fama junto a su mujer Blake Lively y mostró en público por primera vez a sus dos hijas.

Tras dos años siendo padres de unas niñas a las que nadie había visto, los actores Ryan Reynolds y Blake Lively por fin presentaron ayer, durante la ceremonia de entrega de la Estrella la Fama a Reynolds, a sus hijas: James (2 años) y la pequeña de sólo cinco meses cuyo nombre, de momento, no han creído conveniente desvelar. Los actores, conocidos por proteger con celo la intimidad de su prole, tardaron meses en confirmar el nombre de su prim...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tras dos años siendo padres de unas niñas a las que nadie había visto, los actores Ryan Reynolds y Blake Lively por fin presentaron ayer, durante la ceremonia de entrega de la Estrella la Fama a Reynolds, a sus hijas: James (2 años) y la pequeña de sólo cinco meses cuyo nombre, de momento, no han creído conveniente desvelar. Los actores, conocidos por proteger con celo la intimidad de su prole, tardaron meses en confirmar el nombre de su primogénita y hasta ahora nunca habían mostrado la cara de ninguna de sus descendientes.

La única pista que teníamos sobre la paternidad del actor canadiense (40 años) es que la madre de sus dos hijas es Blake Lively (California, 29 años), deducción sencilla dado que la actriz es su mujer y ha lucido embarazos junto a él. ¿Otra pista? Ryan Reynolds, célebre bromista en Twitter, ha aprovechado la red social para compartir ocurrentes tuits con los que se desahoga y muestra con guasa la cara menos amable de la paternidad. Frases como: "¿Qué hay mejor que 12 horas conduciendo con una niña de un año gritando? Nada excepto la hepatitis"; o “nada mejor que pasar una mañana entera mirado a los ojos de tu hija susurrando: ‘No puedo hacer esto”.

Hoy, dos años después de que naciera su primogénita, podemos afirmar que las niñas no eran fruto de la prodigiosa imaginación del actor. Existen y, por lo desenvuelta que se vio a James (un calco de sus dos progenitores) con el micrófono mientras su padre destapaba la estrella incrustada en mármol, parece haber heredado el gen de la interpretación.

Cordon
Cordon

Sobre la firma

Más información

Archivado En