Ya puedes comprar en la tienda de Sarah Jessica Parker
La actriz anuncia la inauguración de la 'boutique' de la firma SJP, situada en Washington, el próximo 8 de diciembre
SJP, la firma de moda de Sarah Jessica Parker, tendrá tienda propia. La propia actriz y diseñadora ha anunciado en su cuenta de Instagram que el próximo 8 de diciembre abrirá una boutique. Eso sí, no estará localizada en Nueva York —la ciudad que tanto ha inspirado a su personaje Carrie Bradshaw—, sino en Washington DC.
"Después de muchos viajes a Washington DC para visitar las instalaciones en construcción, reunirnos con los diseños y diseñar una colección muy especial, abriremos nuestra primera tienda...
SJP, la firma de moda de Sarah Jessica Parker, tendrá tienda propia. La propia actriz y diseñadora ha anunciado en su cuenta de Instagram que el próximo 8 de diciembre abrirá una boutique. Eso sí, no estará localizada en Nueva York —la ciudad que tanto ha inspirado a su personaje Carrie Bradshaw—, sino en Washington DC.
"Después de muchos viajes a Washington DC para visitar las instalaciones en construcción, reunirnos con los diseños y diseñar una colección muy especial, abriremos nuestra primera tienda física de SJP", ha escrito la actriz, de 51 años, en la red social. "La gran inauguración será el 8 de diciembre. Estoy contando las horas, los minutos y los segundos hasta que abramos oficialmente las puertas", continuó.
Tras las seis temporadas de Sexo en Nueva York, la querencia por los zapatos se coló en la vida de Parker dando como resultado SJP: una firma de calzado producida a mano en Italia, y creada de la mano de Nordstrom, en la que hasta uno de sus modelos está bautizado como Carrie. Los diseños de la actriz, como cabía esperar, tienen un aire a esos manolos por los que Bradshaw casi prefería quedarse sin comer para poder comprarlos.
SJP incluye bolsos, accesorios, little black dresses y, por supuesto, zapatos. El imperio de moda de Parker, creado en 2014, se ha expandido este último año añadiendo calzado, perfumes y prendas muy específicas a su oferta. Ahora, por fin, la diseñadora tiene una tienda física en la que vender sus productos, a tres horas en tren de Nueva York. Alguien debería enseñarle a Carrie Bradshaw cómo comprar un billete para el ferrocarril.