Los portugueses que apenas sintieron la crisis económica

Durante los años de la troika, los más pobres y los más ricos fueron los más perjudicados

Manifestación contra las políticas del Gobierno en Lisboa.Rafael Marchante (REUTERS)

¿Qué es peor, perder una cuarta parte de miseria o el 13% de riqueza? Desigualdad en Portugal: consecuencias sociales del Programa de ajuste (2009-2014), que la Fundación Francisco Manuel Dos Santos ha desmenuzado —dos años después de la salida de la troika— las consecuencias de ese periodo negro en Portugal. Rompiendo tópicos y con muchos números en la mano, la sorprendente conclusión es que los más pobres y los más ricos fueron los más perjudicados, al menos relativamente. En ese tiempo, la clase media del país solo perdió en torno al 10% de sus ingresos; menos mal les fue a los más...

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¿Qué es peor, perder una cuarta parte de miseria o el 13% de riqueza? Desigualdad en Portugal: consecuencias sociales del Programa de ajuste (2009-2014), que la Fundación Francisco Manuel Dos Santos ha desmenuzado —dos años después de la salida de la troika— las consecuencias de ese periodo negro en Portugal. Rompiendo tópicos y con muchos números en la mano, la sorprendente conclusión es que los más pobres y los más ricos fueron los más perjudicados, al menos relativamente. En ese tiempo, la clase media del país solo perdió en torno al 10% de sus ingresos; menos mal les fue a los más mayores, pues solo vieron disminuir sus ingresos en un 7%. Claro que la estadística no diferencia si unos tuvieron que renunciar al yate y otros a la barra de pan.En el caso de los asalariados, el funcionario público vio reducido su sueldo a niveles preeuro, al de 1995. Pero no a todos los portugueses les fue mal durante la crisis: un 12,6% vio aumentar sus rendimientos un 30%. En 2014, un tercio de toda la población vivía con menos de 422 euros mensuales, la cifra que estadísticamente se considera “nivel de pobreza” y que se calcula aplicando el 60% del rendimiento medio del país. Un danés, por ejemplo, es pobre ganando el triple que un portugués: 1.418 euros.

El puesto de trabajo no ha garantizado la salida de ese túnel. Casi la cuarta parte de los pobres portugueses tienen empleo, y el porcentaje aumentó en el periodo contemplado; en el caso de los trabajadores temporales se duplicó. Y sí, una familia donde la mujer era la que aportaba los ingresos garantizaba menos dinero que aquella donde trabajaba el hombre. En aquel caso los ingresos bajaron un 20% y en este solo un 8%. En estos cinco años les ha ido bien a los viejos, según el estudio. En la fabulosa década del 2000, antes de la crisis, había un 25,5% de ancianos bajo el nivel de pobreza y ahora no llega al 17%. Portugal no fue el país europeo donde la desigualdad aumentó más durante el quinquenio negro 2009-2014. La palma se la llevó Chipre con un aumento del 4,7% frente al 0,7% de Portugal, que aguantó por debajo del aumento español (1,2%).

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