Lectura ICON recomendada: ‘Las casas de los rusos’, de Robert Aickman
Cómo conseguir crear inquietud, pero también sonreir. ¿Terror? Un poco. ¿Humor? Otro poco
Las casas de los rusos
Robert Aickman
(Atalanta)
Con esa portada, no me diga más: otra novela gótica rescatada. Pues no: el londinense Robert Aickman (1914-1981) no es un autor del XIX, sino de los sesenta. Y esto no son exactamente cuentos de terror, sino relatos realistas, inquietantes y algo cómicos. Como si Roald Dahl y Lovecraft hubieran tenido un hijo secreto (al fin y al cabo, esto es ficción) y lo hubieran mandado a los páramos de Cumbres borrascosas. O al Hotel Fawlty. ¿De qué va entonces? El aut...
Las casas de los rusos
Robert Aickman
(Atalanta)
Con esa portada, no me diga más: otra novela gótica rescatada. Pues no: el londinense Robert Aickman (1914-1981) no es un autor del XIX, sino de los sesenta. Y esto no son exactamente cuentos de terror, sino relatos realistas, inquietantes y algo cómicos. Como si Roald Dahl y Lovecraft hubieran tenido un hijo secreto (al fin y al cabo, esto es ficción) y lo hubieran mandado a los páramos de Cumbres borrascosas. O al Hotel Fawlty. ¿De qué va entonces? El autor fue arquitecto y activista ecologista, y sus personajes son viajantes y funcionarios que se mueven en espacios misteriosos. Convénzame. Más allá de su rareza, son relatos impecables. Incluso sin fantasmas sería un librazo.