La firma García Madrid cumple 10 años

La marca celebra su primera dácada de vida con una publicación retrospectiva, una fiesta y una exposición que demuestran que la moda masculina sigue siendo cuestión de cercanía

La celebración de los primeros diez años de Garcia Madrid tuvo lugar en el hotel ME de Madrid.

“Es un cuaderno de viaje. En él hablamos de qué han sido estos diez años, pero sobre todo de las cosas que nos quedan por hacer. No es un cuaderno de pasado, sino de un presente que mira hacia el futuro”. El diseñador Manuel García se refiere así a la publicación que celebra los primeros diez años de Garcia Madrid y que se presentó el pasado 14 de septiembre.

El formato elegido fue una fiesta con alma de dealbreaker en la agenda madrileña que reunió a todo un conjunto de gente de bien que quería festejar este aniversario tan especial: Paco León, Arturo Valls, Dani Guzmán, Alfonso Bassav...

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“Es un cuaderno de viaje. En él hablamos de qué han sido estos diez años, pero sobre todo de las cosas que nos quedan por hacer. No es un cuaderno de pasado, sino de un presente que mira hacia el futuro”. El diseñador Manuel García se refiere así a la publicación que celebra los primeros diez años de Garcia Madrid y que se presentó el pasado 14 de septiembre.

El formato elegido fue una fiesta con alma de dealbreaker en la agenda madrileña que reunió a todo un conjunto de gente de bien que quería festejar este aniversario tan especial: Paco León, Arturo Valls, Dani Guzmán, Alfonso Bassave, Chus Gutiérrez, Jan Cornet, Pepa Bueno, Modesto Lomba, Ulises Mérida. Como telón de fondo, una instalación performativa con algunas piezas claves de esta primera década de vida y una exposición que puede verse en el Hotel ME de Madrid hasta el próximo 24 de septiembre.

Sin embargo, los diseños de Garcia Madrid, una actualización de la sastrería que juega con materiales y colores (del color crema al algodón seersucker), explican mejor que ningún libro la clave del crecimiento de una firma que comenzó su andadura en un local de Malasaña y que ha ganado clientes con una política basada en las distancias cortas y el realismo.

Los trajes, camisas, abrigos y complementos diseñados y facturados por la firma no quieren forzar ninguna revolución, pero reflejan un cambio claro en el mercado de la moda masculina. “La última gran revolución del mundo de la moda es que el hombre salga a comprar solo”, explica García. “Tradicionalmente, ha ido a comprar la novia, la madre, la mujer. Ahora eso está cambiando: los chicos investigan, saben qué quieren, buscan información… Les apetece que les miren. Ahí es donde hemos puesto nuestro grano de arena”.

Un instante de la presentación.

La lista de invitados al evento abundaba en nombres procedentes del mundo de la cultura: artistas, comisarios, actores, escritores, periodistas y músicos. No es casualidad que uno de los puntales de la firma sea precisamente su vinculación con la cultura a través de la revista híbrida Paraíso, que Manuel García coordina sin descuidar las riendas de la firma. “Desde un principio, hemos formado parte del cambio generacional del mundo de la sastrería y el vestuario masculino. Hemos intentado dar una visión más contemporánea y, sobre todo, hacer cosas que estén en la calle: cosas con las que puedas ir elegante sin dar la nota”.

Ese es el corazón de un plan maestro de expansión global planificado desde la sensatez local. Garcia Madrid lleva diez años diseñando trajes para un hombre diferente desde la capital, pero acaba de abrir tienda en Barcelona y, desde hace dos temporadas, también tiene presencia en Chile.

Todo ello ha obligado a Manuel a poner un poco en perspectiva la trayectoria del proyecto y, sobre todo, su sentido de la moral: “Somos una firma pequeña que vamos paso a paso, y Chile nos está sirviendo para aprender y avanzar y crecer. Cuando eres pequeño, tienes que luchar contra el mundo tradicional de la moda: las pasarelas clásicas son muy proteccionistas con lo suyo y es muy difícil entrar sin un músculo financiero.

Y prosigue: "Esas marcas que crees que son pequeñas, son una mentira: tienen un músculo económico detrás. Por suerte, la gente está empezando a valorar otro tipo de marcas con una serie de valores y de principios a la hora de trabajar, marcas que asumen responsabilidades. Estamos en un mundo más concienciado”.

La maquinaría de no se detiene. Hablar con Manuel es como coger a alguien en medio de una carrera de sprint y sentir en su voz que sigue moviendo las piernas aunque esté parado. Por eso, posiblemente, su siguiente paso no tardará en llegar.

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