Tentaciones

¿Son los 'youtubers' más importantes una panda de machistas?

Dalas Review y Álvaro Reyes han ofendido con sus vídeos en repetidas ocasiones a colectivos feministas a las que tildan de 'feminazis'. Ellas les han respondido con escraches y supuestas agresiones en sus actos públicos. ¿Qué diantres está pasando en Youtube?

Dalas Review en uno de sus vídeos.Youtube

El machismo le pasa factura a ciertos youtubers. Algunas asociaciones que promueven el movimiento feminista y la igualdad, así como mujeres que no actúan bajo ningún estandarte concreto, reventaron en la pasada Feria del Libro de Madrid la firma del youtuber Dalas Review, uno de los más importantes de habla hispana con casi dos millones de suscriptores.

Y no es la primera vez.

Algunos las llaman ...

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El machismo le pasa factura a ciertos youtubers. Algunas asociaciones que promueven el movimiento feminista y la igualdad, así como mujeres que no actúan bajo ningún estandarte concreto, reventaron en la pasada Feria del Libro de Madrid la firma del youtuber Dalas Review, uno de los más importantes de habla hispana con casi dos millones de suscriptores.

Y no es la primera vez.

Algunos las llaman feminazis, pero en realidad son nuestras madres, amigas, parejas, hermanas y amigas. Son mujeres que se han hartado de según qué figuras públicas que promueven el patriarcado y la superioridad masculina. La última víctima, Dalas, sufrió los insultos y agresiones de un grupo de mujeres hartas de sus comentarios sexistas. El primero de estos desafortunados comentarios de la celebridad es el vídeo Las Feminazis más hipócritas e imbéciles, publicado en su propio canal hace poco más de un año. En este video habla de la supuesta desigualdad de los hombres con la mujer frente a la ley, alegando que el 40% de la violencia doméstica se realiza contra hombres. Asegura que varias de estas feminazis publicaron datos falsos sobre el youtuber y le atacaron verbalmente por redes sociales. Algunas de estas acusaciones, falsas según Dalas, le colocan como un maltratador hacia su ex pareja, otra conocida youtuber.

Dalas alega que se ve acosado y que no ve justa la persecución a que se somete a los hombres, tildándolos de “violadores en potencia”. La guinda a esta polémica la pusieron un grupo de mujeres radicales, algunas de las cuales según el youtuber son seguidoras del Manifiesto Scum, escrito en los años sesenta por una enferma mental que proclama su odio al género masculino y propone su extermino, al atacar a Dalas durante la firma de su libro, Fugitivos en el tiempo. Los dueños de la caseta en cuestión, ante el revuelo, se vieron obligados a echar momentáneamente el cierre y avisar a las fuerzas de seguridad, que desalojaron a Dalas. Más tarde, el youtuber le quitaba hierro al asunto en otro de sus videos.

Sin embargo, no es la primera vez que uno de estos grupos de mujeres organizadas ataca a Dalas. En Barcelona, durante la firma de la misma novela, ya le increparon y trataron de reventar el evento, consiguiendo un enfrentamiento verbal entre los fans de la celebridad de Internet y sus detractores. Y es que esto ha conseguido que haya una guerra de guerrillas en las redes sociales, entre dos bandos a favor y en contra, a los que se han unido ahora los seguidores de la ex pareja de Dalas, cuya relación y tortuosa ruptura ha sido tema de debate rosa en Youtube.

Dalas termina su disertación sobre las feminazis con una declaración de intenciones: “a chuparla”.

¿Acaso el machismo es una tónica en YouTube?

Por suerte no, pero no es la primera vez que este candente tema ve su reflejo en un ataque a una celebridad de la web de vídeos. Hace algunos meses, durante uno de sus cursos en Barcelona, el youtuber y escritor Álvaro Reyes, ya sufrió un ataque similar. El youtuber, que ha tenido que cerrar sus cuentas en redes sociales ante el caso, enseñaba en su canal cómo conseguir que mujeres se acostaran con él.

Supuestamente entrenaba como coach a hombres que veían difícil el acercamiento al sexo contrario a base de conseguir besos por la calle, de retener a mujeres y aislarlas de sus amigas para poder conversar con ellas y convencerlas de mantener relaciones. Reyes, quien además imparte cursos presenciales por varios cientos de euros, dejaba algunas perlas en sus videos, tales como: “Las mujeres son seres emocionales, no se rigen por la lógica”. “Las mujeres no saben lo que quieren y es nuestro deber enseñárselo".

Esto sumado a las curiosas técnicas de ligue que enseña en su canal, que pasan por enseñar a romper una pareja para poder tener vía libre en la conquista de la mujer deseada o insistir a mujeres por la calle hasta conseguir un beso de ellas, hicieron saltar hace algunos meses todas las alarmas de colectivos femeninos y de defensa de la mujer y la igualdad. En este vídeo podemos ver a Álvaro Reyes increpado en una cafetería de Barcelona donde se reunía con sus alumnos. Abandonó el local ante los gritos del colectivo de mujeres, que gritaban “polla violadora, a la licuadora":

El fin de esta polémica lo puso otra youtuber que tuvo la coincidencia de encontrarse con el tal Álvaro Reyes por la calle. Fue víctima de uno de sus juegos de seducción, como él mismo los denomina, y  explica cómo se sintió al recibir un beso robado del seductor y darse cuenta de todos los trucos que estaba utilizando con ella. Aunque la mujer sostiene que siempre pensó que todo era una broma de televisión y por eso le dio su número de teléfono y trató de ser amable con él. En su canal de Youtube cuenta todos los pormenores del encuentro.

¿Qué sucede entonces con estos youtubers?¿Acaso estamos ante un grupo de hombres que utiliza su fama para ejercer presión y menospreciar a las mujeres? ¿Son demasiado radicales esos colectivos que les increpan y agreden por redes sociales? ¿Cuánto hay de cierto en todo esto?

La verdad es que Álvaro Reyes ha pasado a un segundo plano, pues él mismo se disculpó en varias entrevistas por su comportamiento y parece que ha suavizado el tono de su discurso. Por otro lado, Dalas Review sigue acaparando la atención de las mujeres que se sienten ofendidas por el contenido machista de sus videos, aunque el mismo youtuber se defiende alegando que la mayoría de ellas ni ha visto mis videos hasta el final”.

Una cosa es cierta, parece que se confirma una vez más que cuanto más alto se sube, más duro se cae.

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