¡Que te den!

En un mitin de Unidos Podemos celebrado el sábado en Barcelona Ada Colau, que estuvo ahí con Mónica Oltra, Xavier Domènech, Iñigo Errejón y Alberto Garzón para darle alas a Pablo Iglesias, hizo un comentario que los politólogos deberían tomar en serio y analizar con todo detalle. Dijo, aludiendo al líder de la formación: “Con todas las presiones y críticas que ha aguantado está perfectamente preparado para ser el próximo presidente de España”. Más que importarle su proyecto de país, o que las medidas de su programa fueran las más efectivas para sacar a España del marasmo, o que tuviera a los p...

En un mitin de Unidos Podemos celebrado el sábado en Barcelona Ada Colau, que estuvo ahí con Mónica Oltra, Xavier Domènech, Iñigo Errejón y Alberto Garzón para darle alas a Pablo Iglesias, hizo un comentario que los politólogos deberían tomar en serio y analizar con todo detalle. Dijo, aludiendo al líder de la formación: “Con todas las presiones y críticas que ha aguantado está perfectamente preparado para ser el próximo presidente de España”. Más que importarle su proyecto de país, o que las medidas de su programa fueran las más efectivas para sacar a España del marasmo, o que tuviera a los profesionales más preparados (o, por lo menos, a los más honestos), lo que Ada Colau quiso subrayar es que lo que tiene verdadero valor es que a Pablo Iglesias lo anden sacudiendo por todas partes. ¡Que te den!, ¡que te den!, ¡que te den!: he ahí el camino que conviene recorrer para merecerse la presidencia. Eso sí: si se aguantan las presiones, si se sabe resistir cada uno de los feroces ataques, si se tiene coraje y si se sabe ser fuerte. Pablo Iglesias sí, Pablo Iglesias aguanta. Tronó el público asistente.

De eso va buen parte de la nueva política. De embates épicos, de trincheras y capacidad de resistencia, de enfundarse ese halo romántico ( y, a veces, cursi hasta la exasperación) que te ha de conducir sobre la grupa de un caballo con las crines alborotadas a salvar a la patria de sus más feroces enemigos. Y el público aplaude y se emociona. ¿Cómo puede combatirse ese simulacro del Lejano Oeste que tan eficaz resulta en una sociedad infantilizada que no deja de ver indios por todas partes? La política es más bien tirando a aburrida. Los héroes, en cambio, encandilan. El único problema es que este país necesita soluciones. Si tiene razón Ada Colau y lo que importa es que te den, habrá que prestar mucha atención y estar pendiente de descubrir a cuál de los candidatos lo zurran más. Ciencia política en estado puro.