Cartas al director

Juventud, educación y legislación

Incertidumbre. Probablemente esta sea la palabra más utilizada para definir el futuro de todos los jóvenes españoles. La lucha diaria de nuestros políticos reside en demostrar que el desempleo en España ha disminuido considerablemente. Hablan de esperanzas de futuro, de impulsar la educación con nuevas reformas, pero ¿cómo esperan nuestra credibilidad con un 49,6% de los jóvenes en paro? Los futuros trabajadores de este país necesitamos cambio, no expectativa. Y el cambio más necesario recae en la educación, en enseñar a disfrutar aprendiendo y no en reformar las leyes educati...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Incertidumbre. Probablemente esta sea la palabra más utilizada para definir el futuro de todos los jóvenes españoles. La lucha diaria de nuestros políticos reside en demostrar que el desempleo en España ha disminuido considerablemente. Hablan de esperanzas de futuro, de impulsar la educación con nuevas reformas, pero ¿cómo esperan nuestra credibilidad con un 49,6% de los jóvenes en paro? Los futuros trabajadores de este país necesitamos cambio, no expectativa. Y el cambio más necesario recae en la educación, en enseñar a disfrutar aprendiendo y no en reformar las leyes educativas cada vez que se renueva el Gobierno. ¿Afectados? Todos. ¿Culpable? Ninguno. O eso dicen.— María Notario Rubio. Valencia.

Según los últimos informes PISA, España se encuentra a la cola del ranking educativo, mientras que Finlandia se posiciona a la cabeza a pesar de que allí se empieza el colegio a una edad más tardía, se imparten menos horas de clase y a los alumnos se les imponen menos tareas escolares para llevarse a casa. Esto me lleva a pensar que el sistema educativo español es nulo. Tal vez el problema estribe en los continuos cambios en las leyes educativas que realizan los diferentes Gobiernos. Ahora que estamos en periodo electoral, los partidos políticos podrían pensar en unificar criterios para elaborar un sistema educativo estable y así mejorar el rendimiento académico.— Ana Monzón Honrubia. Valencia

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En