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Motín en la prisión de Topo Chico

49 presos han muerto a consecuencia del levantamiento en el penal. Hay también una decena de heridos. Las autoridades apuntan a un enfrentamiento entre carteles

México - 13 feb 2016 - 13:19CET

Una mujer lee los nombres de los presos que perdieron la vida en la prisión de Topo Chico.Daniel Becerril (Reuters)

Internos del penal de Topo Chico, tras el motín.Miguel Sierra (Efe)

Familiares de los reos del penal de Topo Chico, de Monterrey, reclaman información en la entrada de la cárcel.Miguel Sierra (EFE)

Más de 52 presos han muerto en el motín entre Los Zetas y el cartel del Golfo. En la imagen, un familiar de uno de los reos en la verja que proteje la prisión.DANIEL BECERRIL (REUTERS)

Los familiares de los reos consiguieron entrar al interior del recinto vallado tras forzar la verja. En la imagen, uno de ellos lanza una piedra.Miguel Sierra (EFE)

Según las autoridades, a las 23.30 del miércoles los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, alias 'El Credo', y Juan Pedro Saldívar Farías, 'El Z 27', se enfrentaron en Topo Chico. En la imagen, dos familiares se abrazan este jueves frente al penal.Miguel Sierra (EFE)

Dos policías vigilan las inmediaciones del penal.Miguel Sierra (EFE)

Una familiar de uno de los reos grita desde el otro lado de la verja de protección.Miguel Sierra (EFE)

Cientos de familiares se han concentrado a las afueras de la prisión. El motín se produjo días antes de la llegada a México del papa Francisco, que visitará otra prisión cercana.DANIEL BECERRIL (REUTERS)

Una mujer llora en el exterior de la cárcel de Topo Chico. Decenas de ambulancias entraron en el centro tras los incidentes.Julio Cesar Aguilar (AFP)

Los familiares de los reos han conseguido entrar en el recinto después de enfrentarse con las fuerzas de seguridad. En la imagen, uno de los momentos de conflicto en la entrada del penal.Miguel Sierra (EFE)

Miembros de la Fuerza Civil resguardan los accesos al penal de Topo Chico de Monterrey, tras el motín.Miguel Sierra (EFE)

Una mujer llora en las afueras de la cárcel a la espera de noticias sobre los presos.DANIEL BECERRIL (REUTERS)