5 fotos

Detrás de las cámaras

Mientras se hacían las fotos los actores tuvieron mucho tiempo para hacer bromas, para reírse y también para recordar

Jesús Castro saltó a la fama en 2014 al protagonizar junto a Luis Tosar la película El Niño, largometraje de Daniel Monzón que con su recaudación del primer fin de semana se convirtió en el mejor estreno del año en España, por encima de Ocho apellidos vascos. Por su papel, fue nominado al Goya como mejor actor revelación. El mismo año interpretó a Quini en La isla mínima, de Alberto Rodríguez, que sí consiguió el Goya a la mejor película de 2014.

Sin embargo, cuando Jesús Castro (Vejer de la Frontera, Cádiz, 1993) se dio cuenta de que le estaba sucediendo algo grande fue cuando trabajó con Jose Coronado en la serie El Príncipe (Tele 5), según confiesa. Y entonces se le reveló el lujo de compañeros que había ido teniendo antes. “No me puedo quejar de los actores con los que he trabajado. Menos mal que fui inconsciente al principio”, dice ahora. Ayer finalizó la primera temporada de Mar de plástico (Antena 3), una de las series españolas que más ha triunfado este año, en la que interpreta a Lucas y comparte cartel con actores como Rodolfo Sancho, Pedro Casablanc y Andrea del Río, entre otros muchos.

Castro trabajaba de electricista cuando le escogieron entre los más de 3.000 jóvenes que se presentaron a la prueba de selección que preparó el equipo de Daniel Monzón para encontrar al protagonista de El Niño. “Jamás me había planteado ser actor. No pensé que me iban a coger”, afirma.

Alfredo Arias

Sin embargo, parece que la presencia de Jesús Castro es sinónimo de éxito. Todo lo que ha hecho ha despuntado. Con una sencillez poco común y con la cabeza bien puesta sobre los hombros, sabe que esta fortuna que está viviendo ahora puede acabarse cualquier día. “No me asusta. Tengo dos manos y puedo volver a trabajar de electricista cuando quiera. No se me caen los anillos”.

Como planes de futuro (laboral) tiene el inminente rodaje de la segunda parte de Mar de plástico y quizá “alguna cosa de cine” que no quiere revelar, por aquello de no fastidiar lo que aún no está firmado. Está abierto a todos los formatos y todos los géneros, incluso a la comedia: “Que me llamen. Tendría que trabajármelo más, pero con preparación, todo se puede conseguir”.

Alfredo Arias

Andrea del Río (Zaragoza, 1991) es Pilar Salinas, la mala remala en la serie Mar de plástico (Antena 3), su primer papel “importante”. Antes había aparecido en capítulos de series como Las aventuras del capitán Alatriste, Amar es para siempre o Sin identidad, entre otras.

Al natural, ella es una persona sonriente, cercana, amable, cálida, muy lejos de su personaje. “Me costó entender y defender el personaje. Quería que se viese por qué Pilar es así, por qué tiene ese carácter, que todo sucede por algo. Lo trabajé mucho. Eso es algo que se hace muy poco a poco, con muchos ensayos”, explica.

Alfredo Arias

Además de la información que aporta el propio guion, Andrea vio “muchas películas” para crear a Pilar, “como Diario de un skin, de Jacobo Rispa, por ejemplo”, dice. Destaca el “importante trabajo de cuerpo” que tiene su personaje, una joven de presencia agresiva y fuerte. “Y el acento. Ella es andaluza. Me costó bastante”.

Andrea del Río cursó estudios de interpretación, canto, dicción y arte dramático, entre otros, en su Zaragoza natal, y a los 18 años se trasladó a Madrid para lograr su sueño de ser actriz. A su padre, empresario, no le hizo mucha gracia que su única hija quisiera actuar. Pero por parte de madre, Andrea siempre tuvo todo el apoyo. Y es que tiene un buen ejemplo: su tío es el actor Armando del Río, intérprete curtido en teatro, cine y televisión. También su prima, Paula del Río, es actriz. Interviene en la película de Dani de la Torre El desconocido, junto a Luis Tosar y Goya Toledo. “Mi tío ha influido mucho, claro, en que yo quisiera ser actriz”, reconoce. “Recuerdo que en Navidades venía mi tío Armando a casa y yo, con seis años, le tomaba los guiones. Para mí era un placer”.

Alfredo Arias

Su plan profesional inmediato es la segunda parte de 'Mar de plástico', pero asegura que se atreve con todo. “Cine, teatro, lo que sea. De cabeza”. Pero no quiere apresurarse, prefiere que su carrera vaya creándose poco a poco. “No quiero que mi mente no vaya más rápido que lo que la vida me da”.

Coincide con su compañero de reparto, Jesús Castro, en la seguridad de que “con lucha, con trabajo, con esfuerzo, todo llega”. Y, como él, también se ve haciendo comedia, aunque no sea su registro. “Me gusta mucho el drama. La comedia me impone más porque es más difícil, pero me atrevo casi con cualquier cosa. Si el papel me atrapa”, explica.

En la imagen, parte del equipo de la producción. A la izquierda, Mariví Cabestrero, la maquilladora; abajo, el fotógrafo, Alfredo Arias; en el centro José Luis Díez-Garde, estilista y su ayudante, a la derecha, Elisa Chueca.