Las cuentas de Homs

Los terroristas de París han conseguido ya uno de sus objetivos que es el de cambiarnos el foco de la actualidad. Algún clásico, yo creo que francés, y puede ser que me acuerde mal pero que se trate de algún compañero de Althusser o de Lenin, vaya usted a saber, dijo aquello de que el terrorismo es propaganda. Una vez más la cita de frase sagrada es infalible: lo de Francia nos lleva a pensar dos veces si vamos al cine o a cenar fuera. Porque ahora sí que es más cierto que nunca que salir de casa es peligroso. Al Sinaí tampoco se puede ir. El único lugar del mundo donde se podía estar era la c...

Los terroristas de París han conseguido ya uno de sus objetivos que es el de cambiarnos el foco de la actualidad. Algún clásico, yo creo que francés, y puede ser que me acuerde mal pero que se trate de algún compañero de Althusser o de Lenin, vaya usted a saber, dijo aquello de que el terrorismo es propaganda. Una vez más la cita de frase sagrada es infalible: lo de Francia nos lleva a pensar dos veces si vamos al cine o a cenar fuera. Porque ahora sí que es más cierto que nunca que salir de casa es peligroso. Al Sinaí tampoco se puede ir. El único lugar del mundo donde se podía estar era la capital de ISIS. Pero ya lo bombardean Francia y Rusia.

El terrorismo ha conseguido desviar la atención a las caras de unos tipos a los que sus jefes han dicho que se declaren culpables de todas las atrocidades que han cometido. Y leemos el periódico mirando de reojo al moro que tenemos al lado en el metro no sea que se parezca al que estuvo en Bataclan.

La cosa va de eso. No es broma. Tenemos que pensar en si nos van a volar en pedazos a la puerta de la panadería.

Esa salvajada tiene, sin embargo, algún efecto menos dañino: se nos olvida el circo nacionalista. Ahora uno de sus protagonistas se ha descolgado con una de antología. Francesc Homs ha dicho indignado que ya está bien de que la CUP, con solo 10 escaños, imponga su programa a Convergència que es la fuerza hegemónica en Cataluña.

No está mal, viniendo de quien viene, el cálculo. Porque Homs es de los que más ha usado lo de los votos después de las últimas elecciones. En votos populares ganó el no, y los nacionalistas optaron por el conteo de escaños que les daba a ellos la victoria. Homs está lícitamente enfadado. Pero no se enfadó consigo mismo ni con sus compañeros cuando hicieron un uso igualmente ilícito de las matemáticas y su aplicación a la democracia.

Antonio Baños ha resultado ser un discípulo aventajado de Homs y Mas. ¿Y si acaba aplicando su programa de máximos por abrumadora mayoría? Por ejemplo, “Cataluña se sale por mayoría de votos del sistema capitalista”.

A ver si hay terrorista que tape ese titular.