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Las claves del desarrollo urbano

Política, cooperatividad, usos de los edificios... puntos importantes del futuro de los asentamientos humanos bajo la perspectiva de arquitectos y urbanistas

Los avances tecnológicos, como la impresión 3D, están permitiendo repensar la forma y el espacio en el diseño, con nuevos métodos y materiales de construcción: “Como fachadas sofisticadas que pueden tomar casi cualquier forma, resistentes a la intemperie y con aislamiento comprimido en una sola capa que puede ser fabricado y montado fácilmente en cualquier lugar”.

Hadid asegura que la tarea de los arquitectos es continuar este progreso: “Hay que casarse con estos nuevos conceptos de accesibilidad para crear comunidades integradas que den solución a los retos ecológicos y sociales de nuestro tiempo”.

En la imagen, una sección de la torre F&F de la ciudad de Panamá.

Gerardo Pesantez (World Bank)

En su libro La arquitectura de la comunidad, Krier recuerda la distinción tradicional entre los edificios de la res pública y los de la res privata: “Los primeros expresan las cualidades de lo público, de la res pública, dignidad, solemnidad y grandeza; los segundos, las actividades de vivienda, comercio e industria, de la res privata y la res económica”.

La variedad debe seguir existiendo: “La índole de las necesidades y usos humanos inmutables es la que debería continuar también en el futuro proporcionando unas bases tipológicas a la variedad arquitectónica y de escala. La mezcla de esas necesidades individuales y sociales constantes, albergadas en edificios distintos y distintivos, a cortas distancias peatonales entre sí, es la que debe de nuevo proporcionar la plantilla para crear entornos urbanos y rurales ricos e idiosincráticos”.

En la imagen, un hombre pesca en el rio Hai, Tianjin, China.

Yang Aijun (World Bank)

El equilibrio en las nuevas urbes será imprescindible, en todos los sentidos. También en los cambios de modelos de consumo: “Tendremos también que encontrar equilibrios nuevos entre el bien común y el desarrollo de actividad económica privada. El reconocimiento de la inversión pública como bien común para beneficio de todos ha de ser reforzado si queremos garantizar inclusión y equidad”.

Saiz recuerda también un concepto de ciudadanía universal que está en la cuna del movimiento de cambio, que ha podido verse en las calles del Cairo, de Hong Kong, de Estambul o de Rio de Janeiro. “Es una conciencia ciudadana que concibe sus derechos y la obligación de las administraciones de manera globalizada y que espera esto se traduzca a tipos de servicios y modalidades de gobierno y monitoreo del mismo con amplia participación”.

El desarrollo urbano sostenible es, para Saiz, un importante pilar sobre el que construir una ciudad de esas características, “pero no valdrá por sí sólo. Hemos de atrevernos a hablar de nueva gobernanza”.

En la imagen, una sesión del parlamento de Tajikistan.

Gennadiy Ratushenko (World Bank)

La sostenibilidad, entendida como solución al futuro, ha dejado de ser palabra gurú entre los expertos. Herzog asegura que solo es un término de moda: “Como ya había muchos en el pasado para crear la ciudad ideal. La sostenibilidad es una evidencia y una necesidad técnica, no una solución para la crisis de nuestra cultura. Los sacerdotes de la ciudad sostenible son hipócritas, son los que piensan que hay una solución técnica para todo, pero infelizmente no es así fácil”.

No lo es. De ello tiene conciencia técnica y económica Bristol, Capital Verde Europea de este año, premio otorgado por la Comisión Europea. Los planes de inversión en transporte y energía han sido algunas de las razones por las que el jurado dio el galardón a la octava ciudad más poblada del Reino Unido: ha comprometido 500 millones de euros para mejorar el transporte durante este año y hasta 300 para mejorar la eficiencia energética, incluyendo energías renovables. Una ciudad que, a pesar de estar en crecimiento, ha logrado una reducción de sus emisiones de carbono, un aumento en su economía verde, es una metrópoli de fácil acceso, con muy buena calidad del aire y que ha duplicado su número de ciclistas en los últimos años.

En la imagen, un paisaje de Pakistán.

Curt Carnemark (World Bank)

Una de las claves para Neis es el carácter social y económicamente inclusivo y cooperativo: desde poder ir caminando al trabajo como cultivar un huerto urbano. A nivel internacional se le llama urban farming y los hay en decenas de ciudades de todas las latitudes: Londres, París, Nueva York o Madrid. En Toronto, Canadá, hay 1,2 millones de metros cuadrados y en Copenhague ya son obligatorias las azoteas verdes.

Neis aboga por una ciudad atractiva y habitable siguiendo el ejemplo asiático: “Con densidades de población mucho más altas, la vida urbana resulta diferente, más conectada, como en Tokio”. La capital japonesa ha sido elegida este año como ciudad ganadora en el top 25 de la revista Monocle, que mide ratios como cuánto cuesta una taza de café (3 euros) o cuánta basura se recicla (el 23%). “Desde cualquier medida convencional, Tokio debería ser un desastre”, comienza la revista, “sin embargo prueba día a día que el transporte puede ser barato y puntual, que la comida puede tener un equilibrio entre precio y calidad y que millones de habitantes pueden convivir y además ser amables entre ellos”.

En la imagen, los pasos peatonales de Shibuya. en Tokio.

Samuel Sánchez

Berkel es un defensor de la vida vertical, o lo que él llama “barrios en el cielo”. A pesar de las crisis de la vivienda en muchos países del mundo, sobre todo en Europa (Ámsterdam, Barcelona o Londres), las torres residenciales han sufrido una merma en su reputación en los últimos años, aunque el arquitecto cree que ya se ha aprendido de los errores.

Acaba de terminar un proyecto de viviendas asequibles en Daegu (Corea): “Es visualmente muy diferente a las torres de hormigón genéricas que lo rodean, y ponemos mucho énfasis en el diseño para generar comunidad, bienestar y confort a través de espacios comunes que ofrecen una amplia combinación de deporte (como pistas para bicicletas y para correr), la relajación, el ocio y la naturaleza”. Una de las formas en las que la arquitectura permite, apoya y crea nuevos modelos de vida asequible.

En la imagen, unos obreros de la construcción en Nigeria.

Arne Hoel (World Bank)

“La invención tecnológica humana más apocalíptica”, así denomina Kenneth Frampton al automóvil. “Este dispositivo y su consumo concomitante de combustibles fósiles es el motor primario no sólo de la disolución urbana, sino también de la destrucción del planeta en sí”.

Una ciudad más limpia, por lo tanto más saludable, requiere menos transporte privado a motor y más transporte público de calidad: compartir coche privado si se puede, vías ciclistas, trenes, tranvías, metro, autobuses… asequibles, con una red amplia y puntual. La variedad también es importante (cuando sea posible): taxis, conexión con otras ciudades a través de estaciones de tren o autobuses, aeropuertos, puertos marítimos…

En la imagen, tráfico en la ciudad de México.

Curt Carnemark (World Bank)

Rafael Viñoly cree que uno de los cambios en la percepción de las infraestructuras debe ser la oferta de espacios más pequeños y más eficientes para estos nuevos ocupantes. “También para gente que elige vivir en grupos no familiares en etapas más tardías de la vida. Que todo lo que diseñemos considere que en el futuro su uso puede cambiar fundamentalmente y pueda adaptarse sin grandes intervenciones”.

En la imagen, un atardecer en Jakarta.

Jerry Kurniawan (World Bank)

"La paradoja de los estudios es que las ciudades con peor calidad de vida no son las más pobres, sino las más desiguales", apunta Ezquiaga. Según el arquitecto hay que abrir la ciudad a las posibilidades. La educación es su máximo exponente. "Economía y competitividad, sí. Pero no solo con las inversiones. También con el talento, un lugar en el que se pueda aprender, que sea confortable, en el que haya libertad". Recuerda la Grecia clásica: "Talento busca talento. La inmensa concentración de sabiduría...".

En la imagen, un instituto en Herat.

Graham Crouch (World Bank)