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Multitudinario entierro de un mafioso en Roma

El cortejo fúnebre de Vittorio Casamonica, cabecilla de uno de los clanes mafiosos de la capital italiana, toma las calles

A la carroza, tirada por seis caballos, la acompañaron por las calles de Roma una banda tocando la música de El Padrino y pétalos de rosa tirados desde un helicóptero.REUTERS
Una multitud lleva el féretro de Casamonica hasta el interior de la iglesia Don Bosco de Roma.REUTERS
En la fachada del templo colgaba un gran cartel con la foto de Casamonica, vestido con un atuendo blanco similar al del Papa, con un crucifijo, y sobre un montaje de las imágenes del Coliseo y de San Pedro. La inscripción: "Vittorio Casamonica. Rey de Roma". En otro de los carteles se leía "Has conquistado Roma. Ahora conquistarás el paraíso".Massimo Percossi (AP)
Los asistentes al funeral cortaron el tráfico en algunas de las calles colindantes a la iglesia.Massimo Percossi (AP)
El helicóptero sobrevoló sin permiso y el Ayuntamiento de Roma quitará la licencia. Una orden a la que contestaron los nietos de Casamonica, que dijeron que para ellos el helicóptero es su medio de transporte habitual.Massimo Percossi (AP)
El concejal de legalidad de Roma, Alfonso Sabella, ha dicho que el grandioso funeral "se podría haber evitado, pero no se ha evitado porque la existencia de la mafia se ha negado hasta hace muy poco tiempo".Massimo Percossi (AP)
Don Bosco es la iglesia que negó el funeral en 2006 a Piergiorgio Welby, un enfermo de distrofia muscular progresiva y activista por la eutanasia que murió ayudado por su médico. Esto también ha sido motivo de polémica.Massimo Percossi (AP)
Una mujer llora la muerte de Vittorio Casamonica, durante su funeral, en la iglesia San Juan Bosco. El clan Casamonica ha sido investigado por delitos como el tráfico de drogas, blanqueo de dinero o corrupción.MASSIMO PERCOSSI (EFE)
A la salida del funeral celebrado en la iglesia de Don Bosco, la parafernalia ha continuado, esta vez con la música de '2001, Odisea del espacio' y con un Rolls Royce que llevaba el ataúd.MASSIMO PERCOSSI (EFE)