Placas franquistas

Se da la coincidencia de que mientras me llega la noticia de que el Ayuntamiento de Madrid se propone retirar de sus calles y plazas las placas cuyos nombres guarden relación con la rebelión franquista de 1936, estoy leyendo El Holocausto español, de Paul Preston. En una de esas placas figura, por ejemplo, el nombre del general Yagüe, principal artífice de la matanza de Badajoz. Reproduzco, por su interés, las palabras que el militar le dijo al periodista John Whitaker, después de la carnicería: “Claro que los fusilamos. ¿Qué se esperaba usted? ¿Cómo iba a llevarme conmigo a 4.000 roj...

Se da la coincidencia de que mientras me llega la noticia de que el Ayuntamiento de Madrid se propone retirar de sus calles y plazas las placas cuyos nombres guarden relación con la rebelión franquista de 1936, estoy leyendo El Holocausto español, de Paul Preston. En una de esas placas figura, por ejemplo, el nombre del general Yagüe, principal artífice de la matanza de Badajoz. Reproduzco, por su interés, las palabras que el militar le dijo al periodista John Whitaker, después de la carnicería: “Claro que los fusilamos. ¿Qué se esperaba usted? ¿Cómo iba a llevarme conmigo a 4.000 rojos, cuando mi columna avanzaba a contra reloj? ¿O habría debido dejarlos en libertad para que volvieran a convertir Badajoz en una capital roja?”. Resulta increíble que criminales de guerra como este aún figuren en el callejero de cualquier pueblo o ciudad de España.— Enrique Chicote Serna.