“Sem-annus horribilis”

Punto y final a estas sem-annus horribilis del estudiante. Habitualmente firman en estas páginas quienes ahora deben estar masacrando exámenes blandiendo bolígrafo rojo. Aprovechémoslo: escúchennos (perdón: léannos) por una vez a nosotros. Estoy seguro de que la inmensa mayoría de los universitarios que recorran estas líneas coincidirán conmigo en que hace mucho que nos convirtieron en meras máquinas de tragar apuntes para vomitarlos sobre un examen. Hace tiempo que no se aprende: sólo se memoriza. No interesa que pensemos: sólo que llenemos la testa de datos sacados de un temario que...

Punto y final a estas sem-annus horribilis del estudiante. Habitualmente firman en estas páginas quienes ahora deben estar masacrando exámenes blandiendo bolígrafo rojo. Aprovechémoslo: escúchennos (perdón: léannos) por una vez a nosotros. Estoy seguro de que la inmensa mayoría de los universitarios que recorran estas líneas coincidirán conmigo en que hace mucho que nos convirtieron en meras máquinas de tragar apuntes para vomitarlos sobre un examen. Hace tiempo que no se aprende: sólo se memoriza. No interesa que pensemos: sólo que llenemos la testa de datos sacados de un temario que el profesor lleva 20 años repitiendo cual cacatúa. Olvídese la capacidad de relación. Destiérrese la originalidad y el uso del bagaje cultural propio. Regresan los Erasmus españoles tras su visita a la Europa seria y nos cuentan que no, que fuera el examen no lo es todo, que allí se piensa, se debate, se investiga. Nosotros erre que erre, de reforma educativa en reforma educativa, de mal en peor, sacando año tras año al mercado laboral promociones huérfanas de todo saber. Luego queremos ser finlandeses; sí, así ya me dirán cómo.— Sergi Esteve Rico.