Vuelve la Fiesta del Cine

En estos días en los que vuelve la llamada Fiesta del Cine, las colas que veremos tendrían que servir para que más allá de discusiones estériles sobre la calidad de las películas, se empezasen a plantear mecanismos para facilitar a la sociedad el acceso a la cultura. Y cuando hablo de cultura, lo hago ampliamente, porque el problema de la crisis en el sector cultural salpica por igual a teatros, salas de cine y artistas en general. Ciertamente, iniciativas como esta u otras como la The Opera Platform, posibles gracias a las nuevas tecnologías, contribuyen a este objetivo. Pero no es menos cier...

En estos días en los que vuelve la llamada Fiesta del Cine, las colas que veremos tendrían que servir para que más allá de discusiones estériles sobre la calidad de las películas, se empezasen a plantear mecanismos para facilitar a la sociedad el acceso a la cultura. Y cuando hablo de cultura, lo hago ampliamente, porque el problema de la crisis en el sector cultural salpica por igual a teatros, salas de cine y artistas en general. Ciertamente, iniciativas como esta u otras como la The Opera Platform, posibles gracias a las nuevas tecnologías, contribuyen a este objetivo. Pero no es menos cierto que son insuficientes si queremos que la cultura sea parte de la sociedad. Justificar los precios por la necesidad de ser rentables y debido a la losa que supone la tasa del IVA puede ser cierto, pero no es la solución al problema. Posiblemente, bajar este impuesto tendrá sus efectos positivos, pero se ha de ir más allá y empezar a hacer un esfuerzo real por formar a una sociedad que sienta a la cultura como algo necesario. Enseñar a amar a la cultura ha de ser la principal exigencia por parte de todos si queremos poder continuar disfrutando de la magia del arte.— Isabel Domínguez Cereijo.