Bienestar, democracia, futuro

Yo siempre quise ser profesor de Historia, o político. Pero precarizaron la educación y desgastaron la política. ¿Qué será de nosotros, de las nuevas generaciones? Estoy a pocos meses de comenzar mi formación universitaria; quiero estudiar Derecho y Economía y contribuir a hacer de este país un lugar mejor. Pero, ¿qué nos dejan? Asisto a un centro de salud lleno de gente, casi vacío de médicos; estudio en un instituto cuyas paredes se caen a cachos, literalmente. Y no sólo el mío, también el de más compañeros, que no son pocos.

¿Quién da la cara por nosotros, o por nuestros padres, o po...

Yo siempre quise ser profesor de Historia, o político. Pero precarizaron la educación y desgastaron la política. ¿Qué será de nosotros, de las nuevas generaciones? Estoy a pocos meses de comenzar mi formación universitaria; quiero estudiar Derecho y Economía y contribuir a hacer de este país un lugar mejor. Pero, ¿qué nos dejan? Asisto a un centro de salud lleno de gente, casi vacío de médicos; estudio en un instituto cuyas paredes se caen a cachos, literalmente. Y no sólo el mío, también el de más compañeros, que no son pocos.

¿Quién da la cara por nosotros, o por nuestros padres, o por nuestros profesores? ¿El señor Iglesias? ¿El señor Rajoy? ¿El señor Sánchez? ¿El señor Rivera o el señor Garzón? ¿Quién?

No hay mejor forma de conectar con alguien que con la empatía. Y ser empático es algo difícil cuando estás bien distante de esa o esas personas y no vives su situación. Un político no necesita coches oficiales, ni primeras clases, ni sueldos exorbitantes. Necesita vocación, convicciones y principios. ¿Tan difícil es ser honrado y volver a las bases, ser honesto? ¿Bienestar, democracia, futuro?— Pablo González Gallardo.