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Diez años sin el mítico Windsor

Un incendio por causas aún no esclarecidas destruyó el rascacielos con unas imágenes que dieron la vuelta al mundo

El incendio se desató a las 23.21 del sábado 12 de febrero de 2005. Enseguida las llamas arrasaron la planta 21 y las dos superiores, creando una columna de humo que pudo verse desde bastantes kilómetros de distancia. Aquella noche fría iluminó toda la zona. La torre, propiedad de los Reizábal, tenía los minutos contados.JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)
El fuego comenzó en una oficina de la planta 21 por causas no esclarecidas. En aquel entonces estaba allí instalada la consulta Deloitte. Supuestamente una de las trabajadoras que estuvo por la tarde dejó una colilla mal apagada en una papelera, lo que provocó el inicio del incendio. Las llamas se expandieron con rapidez por los pisos limítrofes.ÁLVARO BLANCO (EFE)
El edificio Windsor, construido al final de los años setenta, carecía de los medios de extinción que obligaba la normativa, lo que provocó que las llamas se expandieran con gran rapidez pese a que los bomberos llegaron en cuestión de minutos. La altura y el viento reinante dificultaron las labores de extinción.BERNARDO PEREZ
Parte de las plantas superiores se cayeron a la 1.10 de la madrugada del domingo. Las altas temperaturas y el peso de los escombros que caían desde los pisos superiores motivaron que se viniera abajo la estructura, como si de un castillo de naipes se tratara.BERNARDO PEREZ
Toda la zona de Azca, la calle de Raimundo Fernández Villaverde y el paseo de la Castellana quedaron cortados durante las labores de extinción y al día siguiente. También se prohibió que los trenes de cercanías y el metro parara en Nuevos Ministerios ante el riesgo de colapso. Unos 600.000 usuarios y tres líneas del suburbano se vieron afectados.CLAUDIO ÁLVAREZ
Amanece el domingo 13, pero la columna de humo sigue todavía a pleno rendimiento. La llegada del fuego a la planta 17, donde había una enorme plancha de hormigón, debería de haber parado el avance del fuego. Sin embargo, las llamas pasaron este punto y continuaron hacia abajo hasta que quedaron frenadas en las más bajas.CRISTÓBAL MANUEL
Mientras la ciudad se recupera de las llamas, el mítico Windsor sigue envuelto en una densa columna de humo, visible de nuevo desde decenas de kilómetros. Los trabajos no han parado en ningún momento, pero no se pueden extinguir las llamas, pese a que a las cinco de la madrugada ha cesado el viento que alimentaba el fuego.CRISTÓBAL MANUEL
Conforme avanza la mañana, se va viendo con mayor claridad el estado ruinoso en que ha quedado el edificio. Los bomberos, que no han accedido al interior, lanzan agua a toda presión desde el exterior para intentar que no se propague a otros edificios contiguos.SUSANA VERA (REUTERS)
Según el domingo 13 va avanzando se puede comprobar que el Windsor ha quedado destrozado y que la única solución factible para los propietarios es demolerlo. Las altas temperaturas han hecho que los cristales hayan saltado por los aires y la estructura haya quedado reducida al esqueleto, sobre todo, en la parte superior.CLAUDIO ÁLVAREZ
A las cinco de la tarde, es decir, casi 18 horas después de haberse iniciado el fuego, se da por extinguido. Eso sí, sigue saliendo humo de los restos del rascacielos. La estructura se mantiene en pie, pero según los técnicos se encuentra inestable.GORKA LEJARCEGI
Cuando ya se enfrió el edificio y se comprobó por parte de los bomberos que la estructura no colapsaría, comenzaron los trabajos de desmontaje. Eso sí, antes subieron los especialistas de la Policía Científica para recoger muestras e investigar qué pudo originar un incendio tan devastador.ULY MARTÍN
El simbólico edificio ya es el pasado. Los bomberos se dirigieron desde un primer momento a la planta 21 y estuvieron a punto de controlarlo, pero el repentino desprendimiento de parte de la fachada alimentaron de oxígeno el fuego que adquirió dimensiones gigantescas.BERNARDO PEREZ
El interior del Windsor ofrecía unos días después una imagen desoladora. Con su gran altura se percibía todo Madrid sin problemas, pero en el interior se mezclaban el hollín, el resto de humo y cascotes por doquier, además de tuberías colgando y cables destrozados por el calor. Una imagen dantesca.
A los pocos días, Azca y los edificios aledaños recobraban la normalidad. Para los vecinos había pasado el susto, sobre todo, cuando se les dijo por parte de los servicios de emergencia que no abandonaran bajo ningún motivo sus viviendas. En cualquier momento se podían extender las llamas a otros inmuebles o incluso caer parte de la estructura sobre los coches y las viviendas, como a veces ocurrió con algunas ventanas.CRISTÓBAL MANUEL
La parte que peor parada salió de todo el incendio fue la superior, en la que había instalada de hecho una grúa por los trabajos de remodelación que se estaban acometiendo en el edificio. La vista aérea permitía descubrir todo el entramado de hierros y vigas que en su momento sostenían el edificio.ULY MARTÍN
El desmontaje de lo que en su momento fue uno de los edificios emblemáticos de Madrid se realizó mediante robots articulados para evitar los riesgos de desprendimiento de la estructura. La tarea llevó meses, que obligó a que se redujera la circulación incluso en la calle de Raimundo Fernández Villaverde.LUIS MAGAN
El Titania salía bastantes meses después a flote. Su actual propietario, El Corte Inglés, dejaba atrás la herencia de los Reizábal -los antiguos dueños-. Apostó por un nombre nuevo. El inmueble contará con 67.000 metros cuadrados distribuidos en más de 20 plantas y 100 metros de altura (el máximo permitido). La torre es transparente, de metal y vidrio verdoso, y está rematada con un cilindro iluminado desde dentro.KIKO HUESCA (EFE)