La excelencia en la educación
Señor Wert: ¿cree usted que el nuevo borrador del real decreto de especialidades de secundaria garantizará la “excelencia” en nuestras aulas? Acabo de leer el borrador que, entre otros disparates, abre la puerta a que profesores de Filosofía puedan impartir la materia de Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial. Esta es una de las materias que en la actualidad pueden impartir los profesores de Economía, Administración de Empresas, Organización y Gestión Comercial o Formación y Orientación Laboral, entre los que me encuentro.
Para impartirla garantizando la tan cacareada “cal...
Señor Wert: ¿cree usted que el nuevo borrador del real decreto de especialidades de secundaria garantizará la “excelencia” en nuestras aulas? Acabo de leer el borrador que, entre otros disparates, abre la puerta a que profesores de Filosofía puedan impartir la materia de Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial. Esta es una de las materias que en la actualidad pueden impartir los profesores de Economía, Administración de Empresas, Organización y Gestión Comercial o Formación y Orientación Laboral, entre los que me encuentro.
Para impartirla garantizando la tan cacareada “calidad de la enseñanza” es necesario tener conocimientos amplios y muy actualizados de derecho y de administración de empresas. Por tanto, el que esta materia la pueda llegar a impartir un docente de Filosofía no garantiza en ningún caso la excelencia en la enseñanza ni la calidad de la misma, aún contando con la buena voluntad de este. En consecuencia, este nuevo borrador del real decreto de especialidades es otro tropiezo más del Ministro de Educación, que denota una incoherencia absoluta en su proyecto de tener a los mejores docentes para luego hacerles impartir materias de diversa índole sin contar con ninguna preparación para ello.
En resumen, señor Wert, un profesor de Filosofía “excelente” lo será, en todo caso, en su ámbito, pero no será idóneo para enseñar a los alumnos a crear una empresa, pues a todas luces es una ciencia totalmente distinta. Queda patente, una vez más, que los pasos de su anhelada reforma educativa no van en la misma dirección, más bien no sabe usted dónde van.— Marta Oliván Bascones.