Cartas al director

Reflexionar sobre el ébola

La lógica inquietud pública mostrada por el virus del ébola, debería servir para llevar a cabo una reflexión política y social acerca de las calamidades, los padecimientos y los miedos de millones de personas que, por el simple y casual hecho de haber nacido en regiones que presentan niveles elevados de pobreza e inhospitalidad social, apenas levantan una brisa de preocupación y atención en la comunidad internacional. Por otra parte, al observar el discurrir de los acontecimientos y valorar determinados detalles respecto a la planificación puesta en marcha para afrontar los riesgos inherentes ...

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La lógica inquietud pública mostrada por el virus del ébola, debería servir para llevar a cabo una reflexión política y social acerca de las calamidades, los padecimientos y los miedos de millones de personas que, por el simple y casual hecho de haber nacido en regiones que presentan niveles elevados de pobreza e inhospitalidad social, apenas levantan una brisa de preocupación y atención en la comunidad internacional. Por otra parte, al observar el discurrir de los acontecimientos y valorar determinados detalles respecto a la planificación puesta en marcha para afrontar los riesgos inherentes a los tratamientos dispensados a los dos religiosos enfermos de ébola hay que tener en cuenta a los que saben de ello. Aunque la financiación y disposición de las infraestructuras y los medios técnicos y humanos para afrontar situaciones de emergencia o riesgo público son cuestiones orquestadas bajo dirección de la batuta de la política, en materia de protocolos, procedimientos, adiestramientos e intervenciones profesionales es altamente recomendable escuchar y tener en consideración las pautas señaladas por los expertos e implicados en su resolución.— Alejandro Prieto Orviz. Gijón, Asturias.

No escribo para valorar la gestión política y mediática que se está realizando ante la crisis del ébola. Escribo para recordar que el personal sanitario es el grupo de máximo riesgo, y que la propia OMS informa del elevado riesgo de contagio con más de 120 sanitarios fallecidos por ébola hasta el momento. Un grupo de profesionales está realizando un trabajo heroico en La Paz-Carlos III, atendiendo a su compañera enferma y a las otras personas en observación, bajo mucha tensión, sin saber objetivamente qué ha fallado exactamente en el protocolo de actuación que tienen actualmente establecido. Indigna, y seguro que es muy doloroso para los colegas del Carlos III, escuchar las palabras irreflexivas e inculpatorias hacia la auxiliar de clínica y ahora paciente, por parte del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

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Todos los esfuerzos deberían concentrarse en ser exquisitamente rigurosos, en analizar, evaluar y aprender meticulosamente de lo ocurrido. Sobra ruido y manipulación, faltan datos y análisis reflexivo. No nos podemos permitir perder el tiempo, al menos no los afectados ni aquellos que directamente los atienden.— Begoña Graña Suárez. A Coruña.

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