¿Obscenidad en un grupo pediátrico?
En la mañana de este viernes, saltaba la alarma: Facebook había eliminado el grupo El médico de mi hij@, sobre el que he escrito varias veces en este blog. Un grupo en el que actualmente hay más de 29.000 miembros, la mayoría madres (por mayoría abrumadora sobre los padres), y pediatras y otros profesionales relacionados con la salud y la educación infantil. Es una especie de enorme foro en el que los padres expone...
En la mañana de este viernes, saltaba la alarma: Facebook había eliminado el grupo El médico de mi hij@, sobre el que he escrito varias veces en este blog. Un grupo en el que actualmente hay más de 29.000 miembros, la mayoría madres (por mayoría abrumadora sobre los padres), y pediatras y otros profesionales relacionados con la salud y la educación infantil. Es una especie de enorme foro en el que los padres exponemos dudas, y los profesionales nos las resuelven, de forma gratuita y desinteresada, con el objetivo de educar en salud, de que no salgamos corriendo a Urgencias a la primera de cambio por asuntos menores, saturándolas y restando atención a los casos realmente urgentes. También el resto de padres aportan su experiencia, sobre todo en temas de crianza y no estrictamente de salud, como el sueño, la operación pañal, cómo quitar el chupete, qué hacer en caso de rabieta... En fin, un espacio muy útil, sobre todo para los padres primerizos.
De repente, a eso de las 10 de la mañana, el grupo, simplemente, desapareció. Su creador, el pediatra Jesús Martínez, recibió un escueto correo electrónico tipo de Facebook, con este texto:
"El grupo El médico de mi hij@ ha sido eliminado porque incumple nuestras Condiciones de uso. Entre otras cosas, los grupos ofensivos, amenazantes u obscenos no están permitidos. También retiramos los que atacan a individuos o grupos de personas concretos, o que anuncian un producto o servicio. El mal uso continuado de las funciones de Facebook puede provocar la inhabilitación de tu cuenta".
"El grupo El médico de mi hij@ ha sido eliminado porque incumple nuestras Condiciones de uso. Entre otras cosas, los grupos ofensivos, amenazantes u obscenos no están permitidos. También retiramos los que atacan a individuos o grupos de personas concretos, o que anuncian un producto o servicio. El mal uso continuado de las funciones de Facebook puede provocar la inhabilitación de tu cuenta".
Aparte de la mojigatería de la red social para según qué temas, mientras permite vídeos con todo tipo de violencia, hay que subrayar que Facebook suele tomar este tipo de medidas después de recibir denuncias. ¿De dónde han venido? Es de suponer, ya que se hacen de forma anónima, que han venido de exmiembros del grupo que conocen su dinámica y que han salido rebotados, algunos de los cuales han creado incluso grupos para criticar el original (existen al menos dos, que yo conozca). Es inevitable en un sitio de debate tan grande, y con temas tan sensibles y recurrentes como la lactancia materna, el método Estivill sí o no o si la homeopatía sirve para algo, y en cuyo trasfondo están las inseguridades maternales sobre si lo estaremos haciendo bien, que nos hacen ser tan viscerales y defender con uñas y dientes nuestras opciones. La lástima es que adultos supuestamente responsables acaben, por desacuerdos o rencillas con algún miembro, saboteando un sitio tan útil. Con lo sencillo que es marcharse de forma elegante y continuar tu vida real...
Como era de esperar, la movilización de los miembros del grupo fue inmediata. No sabemos si gracias a ella, o a las preguntas que dirigimos a Facebook varios periodistas, o a la suma de todo, a las cuatro horas el grupo, de repente, volvió a aparecer. Al rato, la explicación de Facebook en forma de email:
"Por lo visto ha sido un error y el grupo ya está en funcionamiento".
Qué miedo que una empresa que gestiona millones de datos personales cometa este tipo de errores. Tras esta desagradable experiencia, Jesús ya ha anunciado que está preparando la migración del grupo de Facebook a otra plataforma para evitar nuevas experiencias desagradables de este tipo. Allí le seguiremos.
Y espero que este susto nos sirva para aprender a cuidar de este espacio tan necesario, a dejar de enzarzarnos en discusiones sobre los mismos temas, y a seguir aprendiendo lo realmente importante, a cuidar de nuestros hijos.