Faltan explicaciones
Un reciente artículo publicado en su periódico (EL PAÍS, 7 de julio de 2014) destaca la gran eficacia de los nuevos tratamientos sobre la infección crónica producida por el virus de la hepatitis C y, por el contrario, el enorme precio que cuesta el primer fármaco comercializado para ello (sofosbuvir, unos 60.000 euros una pastilla al día durante 12 semanas). Ese precio aumentará notablemente, dado que las nuevas pautas de tratamiento implican combinar ese medicamento con otro, también de la nueva generación de fármacos contra el virus (daclatasvir, ledipasvir, etcétera). Pero nos ha sorprendid...
Un reciente artículo publicado en su periódico (EL PAÍS, 7 de julio de 2014) destaca la gran eficacia de los nuevos tratamientos sobre la infección crónica producida por el virus de la hepatitis C y, por el contrario, el enorme precio que cuesta el primer fármaco comercializado para ello (sofosbuvir, unos 60.000 euros una pastilla al día durante 12 semanas). Ese precio aumentará notablemente, dado que las nuevas pautas de tratamiento implican combinar ese medicamento con otro, también de la nueva generación de fármacos contra el virus (daclatasvir, ledipasvir, etcétera). Pero nos ha sorprendido la ausencia de explicaciones de porqué ese medicamento tiene un precio tan elevado. Por ejemplo, el coste de una de las pautas modernas de tratamiento frente al virus que produce el sida, que incluye tres fármacos en un comprimido para tres meses, es de 1.451,7 euros, nada menos que 41 veces más bajo que el señalado anteriormente solo para sofosbuvir.
Es obvio que una empresa tiene que rentabilizar la investigación y desarrollo de un determinado medicamento; pero también es una realidad que con los precios señalados de los nuevos fármacos para el tratamiento de la hepatitis C, un gran número de pacientes con indicación de ser tratados no podrán serlo, quedando la enfermedad a su evolución natural. Por tanto, ¿cuál es el equilibrio lógico entre la rentabilidad y las necesidades de tratamiento de millones de enfermos? Nos parece urgente que se den esas explicaciones, especialmente por la industria farmacéutica o por quien proceda. Los pacientes, los profesionales y la sociedad en general lo reclama.— Manuel Torres Tortosa y 15 firmas más.