Cartas al director

¿Qué queréis, luz o tejo?

Las eléctricas siempre nos asombran. Ahora pagamos un impuesto a la energía solar por lo que no consumimos, que es como si pagáramos un impuesto a las naranjas por los complejos vitamínicos que dejamos de comprar en las farmacias. Pero el colmo de la prepotencia de este sector se produce en la aldea asturiana de San Esteban de Cuñaba donde los vecinos tratan de recuperar el espacio de su árbol sagrado, el tejo alrededor del cual se celebraba el concejo abierto, la asamblea de vecinos y otros actos tradicionales. Cuando llegó la luz en 1985 a este rincón del Parque Nacional de Picos de Europa, ...

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Las eléctricas siempre nos asombran. Ahora pagamos un impuesto a la energía solar por lo que no consumimos, que es como si pagáramos un impuesto a las naranjas por los complejos vitamínicos que dejamos de comprar en las farmacias. Pero el colmo de la prepotencia de este sector se produce en la aldea asturiana de San Esteban de Cuñaba donde los vecinos tratan de recuperar el espacio de su árbol sagrado, el tejo alrededor del cual se celebraba el concejo abierto, la asamblea de vecinos y otros actos tradicionales. Cuando llegó la luz en 1985 a este rincón del Parque Nacional de Picos de Europa, la hidroeléctrica impuso la colocación de la torreta del transformador justo en ese emblemático lugar, al lado de la ermita, junto al árbol y los antiguos enterramientos. ¿Qué queréis, luz o tejo?, dijeron a los vecinos que protestaban, y al plantar la torreta secaron el tejo.

Los paisanos nunca han cesado de reclamar que les devuelvan este espacio y se haga el soterramiento de la línea. La compañía continúa sorda y ciega publicitando incesantemente su preocupación por un medio ambiente que, al parecer, le importa un comino.— Ignacio Abella Mina. 

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