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Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Una plaza no es solo un lugar de paso

Es también un espacio para quedarse. Los arquitectos Ramiro Losada y Alberto García (LosadaGarcía)así lo han entendido. Y por eso propusieron a su cliente que, en medio de la zona inhóspita que es hoy la Plaza de Castilla, al norte de Madrid, buscara un lugar de reunión, un puesto para formar uno de los corrillos que se organizan en las calles del barrio vecino de Tetúan.

Abierto ese debate, arquitectónicamente el kiosco tiene dos plantas. Es completamente desmontable en la planta baja, no en la subterránea “aunque no está previsto moverlo”, ...

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Es también un espacio para quedarse. Los arquitectos Ramiro Losada y Alberto García (LosadaGarcía)así lo han entendido. Y por eso propusieron a su cliente que, en medio de la zona inhóspita que es hoy la Plaza de Castilla, al norte de Madrid, buscara un lugar de reunión, un puesto para formar uno de los corrillos que se organizan en las calles del barrio vecino de Tetúan.

Abierto ese debate, arquitectónicamente el kiosco tiene dos plantas. Es completamente desmontable en la planta baja, no en la subterránea “aunque no está previsto moverlo”, explican. Está levantado en seco con una estructura ligera atornillada de fachada ligera. Explican también los proyectistas que todas las fachadas están levantadas con un sistema constructivo Knauf Aquapanel, una especie de "pladur" para exteriores (“aunque esta marca sea su competencia”, aclaran). El mortero blanco por fuera (como el empleado en las casas tradicionales de Tetuán) y la madera de fresno en el interior son los únicos materiales del pabellón.

Sus autores, llaman a esta intervención "kiosco de reunión" y lo describen como una “reinterpretación de una vivienda barata de Tetuán". En ese barrio madrileño tienen ellos su estudio y allí y viven desde hace años. Así, ven en la apertura del kiosco una analogía con la antigua cotidianidad del barrio en cuyas calles, históricamente, “se producían conversaciones informales con los habitantes del barrio, y a través de las ventanas de las fachadas hasta se veía la TV encendida en el interior de las casas”. Esas vivencias de barrio quieren animar ahora una plaza que no tiene vida y es simplemente de paso. ¿Conseguirá convertir un lugar de paso en lugar de convivencia? ¿Podrá un chiringuito de diseño hacer algo por la vida cotidiana del barrio? 

Presupuesto según los arquitectos: 717€/m2.

Comentarios

Encaja muy bien en su entorno. Lo más acogedor que veo ahí es el kiosco de la ONCE.
Me parece una intervención muy acertadaEnhorabuena
Impresionante la conjunción de los valores tradicionales, de barrio, en un contexto contemporaneizado. La idea no puede ser mejor... Un aplauso.
Ya lo creo, a ver si tienen éxito, humanizar un poco esa zona sería provechoso, aunque complicado. Siempre se puede ir a estas otras zonas http://bit.ly/1aNCvfD a las que les sobra humanización XD
Es mono, y es plegable. Mola. En Tetuán vivía mi amiga Bea y tengo muy buen recuerdo de unos dias que pasamos por ahi. Si consiguen reconvertir plaza castilla, me levanto el sombrero. Gracias Anatxu por mantener este blog tan intersante. Y, como haría cualquier vecino de Tetuán, aprovecho para saludar a la afición en general.
Gran idea la de estos jóvenes arquitectos. Integrar en lugar de aislar, dinamizar y no trabar; parece el camino a seguir, y así lo han entendido y plasmado. He visto la obra desarrollarse y finalizar, y les tengo que dar una nota muy alta. Enhorabuena.
No había oído hablar de estos arquitectos, pero buscando en Google he visto que tienen otro proyecto bastante interesante entre manos (un museo en Navalmoral de la Mata, Céceres: Centro Cultural La Gota). Para quien guste de la arquitectura, recomiendo que echen un vistazo a dicho proyecto, me ha sorprendido gratamente. Habrá que seguir la pista a este estudio, interesante.
A mi no me gusta esa cosa, por si no me supe explicar. Leyéndolo y pensándolo dos veces, podría funcionar en invierno si tuviera calefacción, como algunas construcciones similares que hacen los escandinavos.
Menuda castaña de proyecto!!!
Muy interesantes los principios historicos sobre los que se basa, la escala cercana que desarrolla, la sencillez honesta de la propuesta y son aceptables los acabados realizados. Espero que lo disfruten.
El café que se prepara aquí huele más a postmodern que uno preparado en la cafetera "Il Cupulone" de Aldo Rossi. Estas arquitecturas post-modernas pasadas por el tamiz reduccionista le salen bien a pocos, y en cualquier caso autorizados por su edad, como el caso del estudio de Herzog & De Meuron... Veo con preocupación que tengamos que recurrir a significados y analogías tan simplistas, meras reducciones simbólicas que pertenecen a un pasado-pasado. En cualquier caso, fuera de la"crítica estilística" -a la que desafortunadamente obliga el proyecto- el fondo de la cuestión es que el ayuntamiento de Madrid promueve la privatización del espacio público, con lo que este proyecto difiere del chabolismo permanente de cualquiera de las demás plazas madrileñas en que es "molón". Y molón es, es cierto... Aunque peca de buscar un excesivo protagonismo formal, que su talla le resta. Desde mi punto de vista se suma a la colección de porcelanas de plaza de Castilla: las Kio, el Obelisco, el Depósito... Etc Y en serio, basta ya de política Gourmet. El dinero que se gane con su explotación será para un privado, luego es privado. Punto. Ah! Se me olvidaba... Veo con preocupación que sólo se muestren dos fachadas. Que pasa con la trasera, lleva un cartelón de publicidad? Y una pregunta, fue concurso? Quien era El Cliente? Porque, lo siento Anatxu, pero lo has expresado de una manera que parece que el cliente fuera el mismo que encargó las cabinas del famoso medio metraje de Antonio Mercero ;)
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