El vaso comestible de Martí Guixé
La idea sostenible y pionera de hacer desaparecer objetos y materiales (no destrozándolos sino transformándolos, reconvirtiéndolos o devorándolos al 100%) se remonta a una obsesión de los primeros trabajos de Martí Guixé. Abriendo esa línea, en 1997 el diseñador catalán afincado en Berlín pensó en convertir una fruta en vaso, en transformar una manzana en recipiente para un chupito de licor de esa fruta con el ejercicio simple y preciso de agujerearla para poder servir en ella un aguardiente. Terminado el licor uno po...
La idea sostenible y pionera de hacer desaparecer objetos y materiales (no destrozándolos sino transformándolos, reconvirtiéndolos o devorándolos al 100%) se remonta a una obsesión de los primeros trabajos de Martí Guixé. Abriendo esa línea, en 1997 el diseñador catalán afincado en Berlín pensó en convertir una fruta en vaso, en transformar una manzana en recipiente para un chupito de licor de esa fruta con el ejercicio simple y preciso de agujerearla para poder servir en ella un aguardiente. Terminado el licor uno podía comerse la pieza de fruta, “hacerla desaparecer ingiriéndola” y así transformar la materia original (pulpa y piel) en energía.
Ese proyecto rondó por la cabeza de Guixé durante 16 años hasta que, hace unos meses, una de las mejores destilerías alemanas (la casa Stählemühle Brände, que produce no más de 1.500 botellas de aguardiente al año) le pidió que ideara la herramienta para fabricar los vasos de cinco centímetros cúbicos a partir de piezas de fruta. A_S_T es ese producto: una edición de diez Apple Schapps Tools (herramientas para licor de manzana) que empujan, como siempre obliga Guixé, a disfrutar y pensar a la vez.