Cartas al director

La Comisión Europea

El pasado 5 de octubre, Soledad Gallego-Díaz publicaba un artículo titulado Adiós a la peor generación de directivos europeos. Permítame discrepar de este análisis, que respeto, pero que no comparto, puesto que llega a una conclusión tajante sin aportar elementos concretos: “Bajo su mandato, la Comisión ha sido casi irrelevante y la UE ha actuado de manera más intergubernamental que nunca”.

Pues bien, las dos Comisiones presididas por José Manuel Durão Barroso presentan un bagaje no despreciable. Simplemente quisiera recordar la adopción del paquete energía-cambio climático, la...

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El pasado 5 de octubre, Soledad Gallego-Díaz publicaba un artículo titulado Adiós a la peor generación de directivos europeos. Permítame discrepar de este análisis, que respeto, pero que no comparto, puesto que llega a una conclusión tajante sin aportar elementos concretos: “Bajo su mandato, la Comisión ha sido casi irrelevante y la UE ha actuado de manera más intergubernamental que nunca”.

Pues bien, las dos Comisiones presididas por José Manuel Durão Barroso presentan un bagaje no despreciable. Simplemente quisiera recordar la adopción del paquete energía-cambio climático, la consolidación del espacio europeo de libertad, seguridad y justicia, o la consecución del Tratado de Lisboa a pesar del fracaso del proyecto de Constitución Europea. Y en su segundo mandato, la probablemente incompleta —pero titánica— labor para conseguir que la economía europea salga de la crisis con avances impensables hace cinco años, como la vigilancia presupuestaria ex ante o los planes de lucha contra el desempleo juvenil, como el propio Barroso explica en el suplemento de negocios de su periódico de la misma fecha bajo el título Hay situaciones de emergencia social.

Dicho lo anterior, quiero manifestar mi satisfacción por el énfasis puesto en el artículo de Gallego-Díaz respecto a la importancia política que tendrán las próximas elecciones al Parlamento Europeo, en las que los ciudadanos podremos contribuir, de manera indirecta pero decisiva, a la elección del próximo presidente de la Comisión Europea.— Francisco Fonseca Morillo. Director de la Comisión Europea en España.

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