¿Telegrafía del siglo XXI?

En la empresa para la que trabajo se recibió el pasado día 31 de julio un telegrama puesto en Alicante el día 25. Dado que el funcionario que lo entregó lo hizo con la mayor naturalidad, decidimos acercarnos a Correos para pedir explicaciones.

En un primer momento se quedaron de piedra pero a continuación, y lejos de asumir el despropósito, nos dicen que “hay que tener en cuenta que ha cogido un fin de semana por el medio...”, aunque “siempre podemos presentar una reclamación”. Lo que parece proceder, dado el mal servicio, sería presentar una reclamación en Consumo, ya que por lo genera...

En la empresa para la que trabajo se recibió el pasado día 31 de julio un telegrama puesto en Alicante el día 25. Dado que el funcionario que lo entregó lo hizo con la mayor naturalidad, decidimos acercarnos a Correos para pedir explicaciones.

En un primer momento se quedaron de piedra pero a continuación, y lejos de asumir el despropósito, nos dicen que “hay que tener en cuenta que ha cogido un fin de semana por el medio...”, aunque “siempre podemos presentar una reclamación”. Lo que parece proceder, dado el mal servicio, sería presentar una reclamación en Consumo, ya que por lo general se hace uso del telegrama para notificar temas de vital importancia.

Llevo años utilizando los servicios de Correos, pero lo que sucede con esta empresa en los últimos años no tiene explicación. La calidad del servicio y el respeto debido al usuario han ido empeorando hasta el punto de afectar al mismísimo telegrama, que pasa por ser el símbolo de la inmediatez para los ciudadanos de España.

¿Es tanto pedir que se hubiese acompañado la entrega con una carta de Correos explicando lo sucedido y pedir disculpas por el escandaloso retraso?— Juan C. Mella Varela.