Cartas al director

Violación del programa electoral

La sociedad española y la opinión pública europea en general quedaron perplejas ante la violación sistemática de su programa electoral por parte del Gobierno del Partido Popular y estos días, según revelan las últimas encuestas, se afianza la creencia de que el PP sabía de antemano que incumpliría sus promesas apenas estuviera instalado en los órganos de poder.

Frecuentemente se ha tratado en las tertulias la posibilidad de evitar en un futuro una posible repetición de un incumplimiento electoral semejante. [/TEX_CARTAS]Desde luego, si se considera que un programa electoral es un víncul...

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La sociedad española y la opinión pública europea en general quedaron perplejas ante la violación sistemática de su programa electoral por parte del Gobierno del Partido Popular y estos días, según revelan las últimas encuestas, se afianza la creencia de que el PP sabía de antemano que incumpliría sus promesas apenas estuviera instalado en los órganos de poder.

Frecuentemente se ha tratado en las tertulias la posibilidad de evitar en un futuro una posible repetición de un incumplimiento electoral semejante. [/TEX_CARTAS]Desde luego, si se considera que un programa electoral es un vínculo entre una formación política y su electorado, y se le da a ese vínculo una naturaleza jurídica, podría obligarse al cumplimiento de esas promesas o a someter a referéndum su incumplimiento.

La forma de dar naturaleza jurídica a las promesas electorales puede ser introducir en la Constitución la obligatoriedad de aplicar el programa de gobierno votado por los ciudadanos, o bien, en casos excepcionales, someter a consulta popular la aplicación de medidas no anunciadas. Y la revisión de la Constitución, por diversas causas, parece que gana fuerza día a día.

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De esa forma, con un mandato constitucional, un Gobierno sabrá que tiene que gobernar de acuerdo con lo anunciado en la campaña porque los votos que le dieron la victoria no son un cheque en blanco, sino un mandato popular para aplicar esas propuestas.— Jesús Mallol Escobar.

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