La lámpara de Aladino
Parece ser que los españoles hemos enviado ya millones de euros a otros países en unos meses. La mayoría proviene de patrimonios de cierta importancia —no necesariamente millonarios—, pues aunque los medianos y pequeños ahorradores también lo intentan, encuentran dificultades. Uno de los países preferidos es Alemania. No es evasión de impuestos, sino miedo al futuro del euro. En caso de riesgo, mejor el marco que la peseta.
La historia fue así: un día la lámpara de Aladino le dijo a Aznar: “Convierte todo el suelo en urbanizable y el dinero vendrá”. Hecho. Al cabo de unos años la lámpar...
Parece ser que los españoles hemos enviado ya millones de euros a otros países en unos meses. La mayoría proviene de patrimonios de cierta importancia —no necesariamente millonarios—, pues aunque los medianos y pequeños ahorradores también lo intentan, encuentran dificultades. Uno de los países preferidos es Alemania. No es evasión de impuestos, sino miedo al futuro del euro. En caso de riesgo, mejor el marco que la peseta.
La historia fue así: un día la lámpara de Aladino le dijo a Aznar: “Convierte todo el suelo en urbanizable y el dinero vendrá”. Hecho. Al cabo de unos años la lámpara le dice a la sociedad civil: “Lleva el dinero a Alemania, Merkel te lo guardará”. Culpable: la lámpara de Aladino. Pues no señor: Zapatero.
Pero un país sin dinero, sea de quien sea la culpa, provoca más caos. Y yo creo que las redes sociales, que presumen de movilizar a la “sociedad civil”, deberían aconsejar a los ciudadanos, millonarios y no millonarios, que no manden fuera su dinero, y a los que ya lo han hecho que lo traigan de vuelta. Tal vez estén en su derecho a llevárselo; pero no menos cierto es que quedarnos sin dinero de esta manera será la prueba irrefutable de que en España no existe la sociedad civil. Y menos en un país que, siendo la envidia en el fútbol, se marque tantos goles en propia puerta.— Ignacio Rodríguez.