Cartas al director

Mientras haya historias que contar

O Grove, Pontevedra -

Corren tiempos difíciles para el periodismo. La revolución digital y el auge de las redes sociales están obligando a revisar los cimientos de la profesión más bonita del mundo.

Hay quien habla de la muerte del periodismo, pero yo me pregunto: ¿Acaso la gente va a dejar de informarse? No, no y no, la respuesta es un contundente no.

De hecho, el éxito de estas redes se basa en la imperiosa necesidad que tenemos de consumir información; cuanta más mejor. No se entendería si no el éxito mundial de Twitter. Pero ante esta situación surge la siguiente pregunta: ¿De verdad pueden las re...

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Corren tiempos difíciles para el periodismo. La revolución digital y el auge de las redes sociales están obligando a revisar los cimientos de la profesión más bonita del mundo.

Hay quien habla de la muerte del periodismo, pero yo me pregunto: ¿Acaso la gente va a dejar de informarse? No, no y no, la respuesta es un contundente no.

De hecho, el éxito de estas redes se basa en la imperiosa necesidad que tenemos de consumir información; cuanta más mejor. No se entendería si no el éxito mundial de Twitter. Pero ante esta situación surge la siguiente pregunta: ¿De verdad pueden las redes sociales y el periodismo digital —inmediato, gratuito— sustituir al periodismo tradicional? Otra vez, la respuesta es no.

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La figura del periodista se hace ahora indispensable. Ante la gran marea de información que Internet nos proporciona, ha de ser el guía del público. El periódico convencional también ha de formar parte del futuro, ya sea en papel u otro soporte. Tiene que ser la fuente que proporcione información contrastada y contextualizada. Periódico y periodista han de elevar su calidad para poder sobrevivir en estos tiempos.

El periodismo tiene un futuro difícil y brillante a la vez. Esta crisis, que no es solo económica sino de contenidos también, va a obligar al sector a hacer autocrítica. De esta situación, a priori desfavorable, va a nacer un periodismo renovado y de calidad, porque como dice Javier Reverte: “Mientras haya historias que contar y haya gentes dispuestas a contarlas, habrá periodismo”.— Bruno Pardo Porto.

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