El acento

La loca de la casa

El problema de la fantasía de Carlos Mulas y su exmujer es que se ha cometido un fraude con dinero público de la Fundación Ideas

MARCOS BALFAGÓN

La fantasía es la loca de la casa, decía santa Teresa; inventa situaciones y convierte sueños en poemas, en novelas, entre las cuales podríamos citar, por ejemplo, La loca de la casa, de Rosa Montero, una reivindicación de la imaginación como motor de la vida.

Mientras la fantasía y sus delirios se muevan en ese sentido, e incluso en otros, nadie tendría nada que decir. Pero cuando la loca de la casa se mueve por la realidad para engañar falsificando identidades mediante las cuales personas con pocos escrúpulos se hacen con un capital a costa de lo público, entonces hay que enseñar la l...

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La fantasía es la loca de la casa, decía santa Teresa; inventa situaciones y convierte sueños en poemas, en novelas, entre las cuales podríamos citar, por ejemplo, La loca de la casa, de Rosa Montero, una reivindicación de la imaginación como motor de la vida.

Mientras la fantasía y sus delirios se muevan en ese sentido, e incluso en otros, nadie tendría nada que decir. Pero cuando la loca de la casa se mueve por la realidad para engañar falsificando identidades mediante las cuales personas con pocos escrúpulos se hacen con un capital a costa de lo público, entonces hay que enseñar la luz roja. Es lo que acaba de ocurrir con la invención de una identidad, Amy Martin, una falsa ensayista norteamericana que contribuía con sus artículos periodísticos a la web de la Fundación Ideas que preside Jesús Caldera en el PSOE.

Con esa identidad, la novelista que ha declarado sustentarla, Irene Zoe Alameda, escribió y facturó pequeños ensayos por cada uno de los cuales cobraba desde hace un par de años unos 3.000 euros.

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Hasta que se supo que ella era Amy Martin, porque la propia autora lo declaró en un comunicado, la situación fue una novela de enredo: resulta que el director de la citada fundación donde la falsa Amy Martin publicaba sus artículos era el marido de Zoe, Carlos Mulas. En cuanto se destapó el escándalo de los artículos falsamente firmados, Mulas declaró que era improcedente que acusaran a su exmujer, pero de manera casi inmediata esta desmintió a su exmarido, al que por otra parte defendió del oprobio al que ella misma creía que estaba siendo sometido…

Lo cierto es que ahora la Fundación Ideas considera que ha sido estafada en 50.000 o 60.000 euros, los que pagó por esos artículos, y el citado Mulas ha sido expulsado y acusado de “golfo” por el PSOE.

Estamos a un cuarto de hora, por otra parte, de que la novelista Irene Zoe Alameda, que según ella misma urdió este trampantojo, pase de la ficción fraudulenta a los platós de la fama, para que se cumpla así el ciclo conocido: a mayor fraude, mayor tratamiento mediático. Santa Teresa de Jesús se estaría haciendo cruces ante lo que Amy Martin ha sido capaz de hacer con la loca de la casa.

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